Salomé Gil, es madre de dos niños. El primero se crió con biberón, pero con la segunda se animó a probar con la lactancia materna. Ayer estuvo presente participando en la mesa informativa instalada en el vestíbulo principal del Hospital Comarcal do Salnés para dar testimonio de su grata experiencia y animar a otras madres a sumarse a esta iniciativa.

- ¿Su experiencia con la lactancia materna se remonta al primer hijo?

- No, el primero estuvo enfermito cuando nació y no fue posible darle el pecho. Ahora con esta niña era una asignatura pendiente que tenía. Y en mi cabeza estaba el intentarlo, aunque también estaba dispuesta a rendirme a la primera de cambio. Pero, al final, con la ayuda de las matronas en el paritorio y después de las enfermeras en planta, y una vez que recibimos el alta seguimos teniendo ayuda, así que todo salió muy bien. Continuaron apoyándonos para que siguiéramos intentándolo. Al final resultó estupendo.

- ¿Cómo valora la experiencia?

- Es muy buena. Todo lo malo que lo pasé en el parto, hasta con náuseas, y ahora que estoy bien puedo darle a mi bebé lo mejor de mi.

- ¿Qué diferencias ha notado del biberón a la lactancia materna?

- El biberón se lo puede dar cualquiera y la lactancia materna no la puede suplantar nadie. Es un momento único de mamá y bebé, nadie lo puede sustituir.

- ¿Qué ventajas ofrece dar el pecho al bebé?

- Entre las ventajas está la comodidad, no hay que levantarse por la noche a hacer el biberón, ni ir cargado a todos lados con los elementos para prepararlos, harina, agua, esterilizador? con la lactancia materna no hace falta nada más. Y para añadirle otra ventaja es económico. Nosotros solemos viajar y las ventajas de la lactancia son muchas.