Vilaxoán celebró ayer el día grande de sus fiestas de la Virgen del Rosario. La procesión solemne y el Combate Naval fueron los dos actos más destacados de una jornada que empezó temprano con las alboradas y pasacalles, y que concluyó de madrugada con una concurrida verbena.
La procesión salió de la iglesia parroquial de Sobrán pasadas las ocho de la tarde, con las mujeres portando la imagen nueva del Rosario, y los hombres, detrás, llevando la más antigua. Todos ellos iban vestidos de gala, con uniforme azulón y blanco de inspiración marinera, mientras a su lado caminaban cientos de vecinos, muchos de los cuales portaban cirios encendidos.
La marcha hizo una parada frente al puerto, donde tuvo lugar un espectacular espectáculo de fuegos artificiales. Las bombas de lucería se lanzaban desde las dos puntas de la ensenada, dando lugar a un vistoso Combate Naval que se prolongó durante unos 20 minutos. A su término se reanudó la procesión hasta la cofradía, donde quejó la imagen más nueva de la Virgen del Rosario, de donde había salido en la víspera camino de la iglesia parroquial.
La comitiva siguió después hasta el templo de Sobrán, donde ha quedado la imagen antigua. Permanecerá ahí durante todo este mes, para posteriormente regresar al pósito, puesto que tanto ésta como la más moderna pertenecen al colectivo de pescadores.
Vilaxoán termina hoy lunes sus fiestas con una jornada en la que habrá una misa por los marineros fallecidos, un concierto de la banda de música de Vilanova, y una tarde de animación para niños, con cucañas y música. Los actos prosiguen con la presentación de un antiguo mapa elaborado por el cartógrafo de Portas, Domingo Fontán, con una gran tómbola, y con la verbena, que amenizan las orquestas Charleston y Atenas.
Otras fiestas
Sin salir de Vilagarcía, también hubo fiestas ayer en A Torre, en este caso en honor a San Miguel. Los actos terminaron con una jornada dedicada a los niños, que pudieron disfrutar de colchonetas y de un divertido toro mecánico.
Mientras, en Cambados, el barrio de Fefiñáns se vistió de gala para honrar a la Virgen de las Angustias. Se trata de una fiesta tradicional, pero que se perdió durante un tiempo, hasta que hace poco más de un lustro la recuperaron un grupo de vecinas.
Los festejos se iniciaron el viernes con una sesión de música electrónica y continuaron el sábado, con juegos y colchonetas para los niños y el reparto de chocolate caliente con rosca durante la verbena. Ayer fue el día grande, con una sesión vermú y una degustación popular de callos, a la que siguieron, ya por la tarde, la misa cantada en la iglesia de San Benito de Fefiñáns, y la procesión.
En ésta, salen las imágenes de San Joaquín, Santa Ana, San José y la Virgen de las Angustias. Ésta última es la imagen de mayor porte, y la llevan una veintena de costaleras, todas ellas mujeres, y vestidas de negro.
Una de las particularidades de esta marcha es que tras bajar por la calle Sevilla se detiene en Rodas, donde el sacerdote pronuncia un sermón, siendo también espectaculares los momentos en los que las costaleras levantan en peso sobre sus hombros el enorme paso.
La celebración culmina ya de vuelta en San Benito con el reparto de los tradicionales bollos preñados con chorizo. Un manjar que se agradece en tardes frescas como la de ayer. La comisión de fiestas tenía 1.000 bocadillos, que se repartieron entre los cientos de vecinos que acudieron a la fiesta.
