Los excesos de velocidad son habituales en cualquier tipo de carretera, y también en las de titularidad provincial. La Diputación de Pontevedra publicó recientemente su estudio de aforos de las carreteras correspondiente a 2017, y uno de los datos que se medía era la velocidad a la que pasaban los vehículos sobre los cables. El resultado indica que es habitual que se infrinjan los límites de velocidad, con el agravante de que a menudo se trata de carreteras con curvas, estrechas o sin arcenes.
A modo de ejemplo, en la carretera de Carracedo (Caldas) a Catoira, la velocidad media registrada ronda los 70 kilómetros por hora, cuando hay amplios tramos limitados a 60 o en los que se recomienda no sobrepasar esa velocidad.
Aunque todavía puede resultar más significativo el caso de la carretera de Baión a András, en Vilanova, donde se han detectado registros por encima de los 80 kilómetros por hora, a pesar de ser una vía muy sinuosa y en la que hay tramos en los que hay que disminuir bastante la marcha para que puedan pasan dos vehículos en paralelo.
En otros casos, los excesos son menos significativos. Por ejemplo, en la vía que comunica Dena con Leiro, y que pasa por Padrenda, Barrantes y Ribadumia, la velocidad media registrada por la Diputación supera por poco los 50 kilómetros por hora. Eso sí, hay que tener en cuenta que se trata de una de las vías provinciales con más automóviles de toda Pontevedra, lo que sin duda afecta a la conducción.
Hay que tener en cuenta también que las carreteras provinciales de O Salnés se encuentran entre las de más tráfico de toda la provincia.
Las primeras, en Vigo
El control de aforos indica que solo algunas carreteras de Vigo y Mos tienen más tráfico que las de O Salnés, como las de O Calvario, la avenida de Madrid o Peinador, que superan los 8.000 vehículos diarios de media.
Las de la comarca de Pontevedra, en cambio, apenas superan los 1.000 coches y camiones diarios en el caso de las más transitadas.
En O Salnés, encabeza esta relación la avenida de A Ponte, en A Illa, con 7.800 vehículos. Le siguen la que une Portonovo y A Vichona, con 6.300; o la que enlaza Dena, Ribadumia y Leiro, con tramos de más de 5.600. En la otra cara de la moneda, en la Galles-Armenteira se contabilizaron 176.
Estos datos referentes a la intensidad de la circulación parece sugerir que las infraestructuras viarias de O Salnés deberían ser prioritarias para el departamento de Mobilidade de la Diputación, dado el gran flujo de vehículos que soporta a diario.
Otras carreteras arousanas que merecen especial atención son la Variante de Fefiñáns -4.400 vehículos diarios de media-, así como varias de Vilanova, puesto que por delante de la iglesia de Caleiro pasan más de 3.000 automóviles diarios, cifra similar a la que se registra en la carretera Caleiro-Pontearnelas.
En Meis, el vial que más hay que cuidar por volumen de tráfico es el que conecta Mosteiro con Barrantes, y que utilizan casi 3.000 conductores cada día. En O Grove, la rampa a Meloxo tiene 2.300 vehículos diarios, y la Travesía de Balea, 2.200.
Entre tanto, a finales de septiembre la Diputación inició la toma de datos para la memoria de aforos de 2018, cuyos resultados se darán a conocer el año próximo.
