Lejos de enmendarse y achacar lo ocurrido a un exceso verbal, el alcalde de Vilanova volvió ayer a defender sus palabras, es más, trató de darle la vuelta a la tortilla asegurando que el único machismo que existe en esta historia es "el del alcalde de Vigo, Abel Caballero, y la propia Carmela Silva, que se deja manejar por un hombre, haciéndole un flaco favor a la igualdad de las mujeres; que es Caballero el que manda lo saben en Vigo y en toda Galicia, y además presumen de ello".

Durán, que se ha visto sorprendido por la polémica, insiste en que "el problema no son mis palabras, sino que ella es una sierva, el que manda es él, le llamemos como queramos, presidenta o presidento, está a su servicio para vergüenza de todos los que creemos en la igualdad de género".

Para el regidor vilanovés está claro que con esta polémica, que califica de estéril, lo que está haciendo "es tapar el grave problema de fondo que hay en el Partido Socialista en Vigo, y es que el candidato que tienen, con el que esperan ganar las próximas elecciones y seguir viviendo bien con sus buenos sueldos, se les desinfla por la edad, como se demuestra con su comportamiento, ya que no está para desenvolverse en un puesto ejecutivo", en alusiones a Abel Caballero.

Insiste en que "ahora tratan de desviar la atención sobre ese hecho acusándome a mí de machismo, cuando son ellos los que lo practican, además, un machismo decimonónico, él manda sin tener un cargo superior al de ella y ella obedece porque es una mujer; eso es machismo de facto y lo practican Abel Caballero y Carmela Silva". A ello esgrime una serie de artículos en prensa en los que la propia Silva afirma que "es del equipo de Caballero, que es el que manda".