El otoño tiene más de un ingrediente para hacer apetecible una escapada, ya sea el disfrute de la gastronomía, el descanso en un 'spa' o una ruta de senderismo por un camino cubierto de hojas. La Axencia de Turismo de Galicia lo sabe, y por eso está llevando a cabo campañas como el Outono Gastronómico -que ya lleva 12 ediciones-, mientras que dos organizaciones vinculadas al turismo rural, Agatur y Fegatur han creado para esta campaña recientemente iniciada el novedoso "Viaxa polos camiños do outono", que arranca por primera vez este fin de semana. Pero los establecimientos de turismo rural consultados por FARO apuntan que la realidad es terca, y que a pesar de estas campañas de promoción, la ocupación se desmorona después del Pilar.

En Os Migueliños, de Catoira, afirman que "en otoño e invierno la gente no se mueve. En temporada baja casi no vale la pena ni abrir porque hay veces que no se cubren los gastos de calefacción". "El mal tiempo limita mucho. Nuestra experiencia nos dice que después de octubre no se vuelve a trabajar bien hasta que empieza a despuntar un poco la primavera".

Los Outonos Gastronómicos son una campaña ya muy veterana de la Xunta, y que a algunos establecimientos le ha dado muy buen resultado. Su atractivo es la posibilidad de contratar paquetes de comidas y alojamiento a un precio ligeramente inferior al que tendrían si se adquiriesen por separado. Además, la oferta gastronómica tiene que estar vinculada a los productos de temporada, como las castañas o la carne de caza. Una de las casas de turismo rural de O Salnés que participa en los Outonos Gastronómicos es la Casa dos Cancelos, de Vilagarcía.

"Llevamos tres años y estamos contentos, porque nos trae gente en temporada baja, y eso siempre se agradece. Por lo menos, nos permite trabajar en fin de semana", afirma Leticia Sánchez. Pero aún así, la responsable de este establecimiento afirma igualmente que los inviernos se hacen muy largos. "A partir de octubre o noviembre, la afluencia baja muchísimo".

Manuel Nogueira, de Casaldomar, también en Vilagarcía, ni siquiera mantiene la casa abierta en cuanto empiezan a asomar los cielos grises y las lluvias otoñales. "Cerramos hacia finales de octubre. La diferencia de ocupación entre agosto y septiembre ya es grande, pero entre septiembre y octubre es enorme", apostilla. En su opinión, en temporada baja solo pueden permitirse el lujo de permanecer abiertas las casas que puedan ofrecer actividades a cubierto, para contrarrestar la lluvia y el frío, como por ejemplo los circuitos termales. "Si no ofreces nada de ese estilo no puedes competir, porque el mal tiempo te mete en casa. Y aún así teniendo algo de ese tipo, a lo máximo que puedes aspirar es a tener gente los fines de semana o en algún puente".

Otras motivaciones

Las motivaciones de los viajeros que hacen las maletas en otoño son muy diferentes de los que salen en verano. Así, suelen desplazarse para descansar, disfrutar de la naturaleza o conocer con tranquilidad ciertos monumentos, que en verano pueden estar masificados. Su poder adquisitivo suele ser elevado. Pero O Salnés no figura entre las paradas predilectas de este tipo de viajeros, a tenor de lo señalado por algunas casas consultadas ayer por esta redacción.

Tanto es así que la campaña de Agatur y Fegatur ha despertado muy poco interés en la comarca arousana. Los "Viaxes polos camiños do outono" constan de experiencias hechas a medida para cada tipo de viajero (parejas jóvenes o de mediana edad, familias con hijos...), y arrancan este fin de semana con una oferta, en la que los establecimientos regalarán una noche de alojamiento.

Pero solo dos casas de Catoira, Os Migueliños y A Laxareta, se han anotado. Y A Laxareta no tiene previsto abrir hasta, como poco, finales de año, pues les ha sobrevenido un problema familiar. En Os Migueliños, por su parte, aducen que "ya hemos tenido un par de llamadas por esa campaña", y que ellos confían que octubre aún sea un buen mes entre la Festa do Marisco, el puente del Pilar y el congreso de piragüismo de Catoira.

En lo que también coinciden los establecimientos consultados ayer es en que la campaña de verano ha sido muy buena. "Y eso que empezó tarde por culpa del mal tiempo", remachan en Os Migueliños.