El fallecimiento del edil socialista de Catoira, Carlos Castaño Ferreirós, tras sufrir un accidente mientras practicaba kitesurf en la playa de A Canteira de A Illa es el primero de estas características que se registra en Galicia. Lo ocurrido en la mañana del pasado lunes no es precisamente frecuente, ni siquiera en lugares mucho más masificados que O Bao, como es Tarifa, donde el número de accidentes graves es mínimo.

Deporte que se ha vuelto muy popular en los últimos diez años, en Galicia apenas existen medio centenar de personas federadas en estos momentos, aunque esa cifra se multiplica de manera exponencial si se incluye a las personas que lo practican de manera amateur. Esta era la condición de Castaño, un practicante aficionado, una circunstancia que no le impedía ser un perfecto conocedor de las técnicas de navegación de kitesurf, modalidad deportiva que llevaba muchos años practicando, sobre todo en la zona de A Canteira en la que se registró el accidente. El viento, con el que había disfrutado durante todos estos años, le elevó el pasado lunes hasta los ocho metros, provocándole una caída brutal contra el agua que le dejó inconsciente, pese a los esfuerzos de sus compañeros y de los servicios de emergencias desplazados hasta el lugar por reanimarle, acabó falleciendo en la playa.

Bruno Gago, responsable deportivo de la Federación Galega de Vela, quería dejar muy claro ayer que el kitesurf "no es una modalidad deportiva peligrosa; en Tarifa, templo del kitesurf en España, con la masificación que existe y siendo un mar mucho más peligroso que el de las rías gallegas, apenas se han registrado incidentes similares en la última década". Además, todas las cometas cuentan con hasta tres sistemas de seguridad diferentes para evitar un accidente, "aunque por lo que sabemos de este caso, no creemos que ese hubiese sido el problema, más bien se trató de un cúmulo de circunstancias que desembocaron en esta tragedia que nos ha dejado a todos muy tocados".

El responsable técnico de la Federación también es un habitual practicante de esta modalidad deportiva y conocía personalmente a Castaño. "Era un experto en el manejo del kite, con muchos años navegando, por eso todavía no nos creemos que esto haya podido pasar, y menos en la ría de Arousa", señalaba ayer.

El kitesurf ha experimentado un auge espectacular en la última década, sobre todo en la ría de Arousa, al ofrecer ésta unas condiciones inmejorables para su práctica. "La ría tiene unas condiciones de viento buenas y esa es una gran ventaja para la práctica de todos los deportes náuticos gracias a los nortes que se generan cuando hay sol", reconoce Gago. Pero en concreto, el entorno de O Bao es perfecto para el kitesurf al tratarse de "un espacio amplio y perfectamente situado para recibir estos vientos, a lo que se suma que es una playa a la que no acuden muchos bañistas, ni hay oleajes ni mar de fondo que dificulte la navegación".

No es el único punto de la ría que reúne buenas condiciones para el kitesurf, ya que otros lugares como Bamio, las playas de Ribeira, A Lanzada, e incluso, algunas zonas próximas a Cambados, acostumbran a ser lugares frecuentados por los aficionados a este deporte. Todos estos puntos son visitados por kitesurfers de puntos tan alejados como Portugal. "Es un deporte muy cómodo de practicar porque todo el material cabe en el maletero de un coche, bien es cierto, que como todos las modalidades deportivas que se practican en el mar necesitan de un proceso de aprendizaje y formación, que en este caso, no resulta muy complicado", indica.