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Viaje en bus al horror de la guerra

Susana Aríns recrea su novela "Seique" en escenarios de Ribadumia, Meis y Barro

Los asistentes, al comienzo de la ruta, junto al puente de Ponte Arnelas. // Iñaki Abella

Castor Cordal Garrido y Ramón Barreiro fueron asesinados el 15 de septiembre de 1936. El primero era un electricista de 27 años, afiliado al sindicato anarquista CNT; el segundo, de 19 años, plasmaba en gacetillas locales sus ideas republicanas. En plena barbarie represora, un grupo paramilitar fascista los capturó en Ribadumia y los llevó a Curro. Allí fueron fusilados contra la tapia del cementerio parroquial.

Más de 70 años después, su tragedia fue recordada por un nutrido grupo de pontevedreses que acudió a una nueva edición de los "Roteiros Literarios" que ha puesto en marcha la Diputación de Pontevedra. Se trata de itinerarios basados en libros, y en los que el autor de la obra oficia de guía.

El "Roteiro" de ayer estuvo basado en la obra "Seique" (Através Editora), escrito por la profesora Susana Sánchez Aríns, y que recrea en forma de memorias ficcionadas el último viaje de los dos malogrados republicanos.

La docente concibió la idea del libro cuando en 2010 las familias de los dos represaliados recibieron los cuerpos de sus parientes. Fue la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica la que en 2009 acometió la excavación en el exterior del cementerio de Curro, y tras recuperar los cuerpos e identificarlos mediante un estudio forense especializado, le entregó los restos a las familias en marzo de 2010.

Fue entonces cuando Susana Sánchez Aríns decidió escribir esa historia, pero no como un ensayo, sino en forma de ficción. El protagonista y narrador en primera persona es un fascista, encargado de la muerte de los dos hombres, cuyas familias también fueron duramente represaliadas.

El "roteiro" consistió en una serie de paradas en lugares de Ribadumia, Meis y Barro vinculados de una forma u otra con el calvario sufrido por Cordal y Barreiro, y recreado por Sánchez Aríns. Así, empezaron junto al puente de los padrinos, en Ponte Arnelas, de donde siguieron hacia la rotonda de Leiro, en la confluencia de la carretera de Mosteiro y Pontevedra.

El itinerario de ayer era el único de los siete organizados por la Diputación que discurre íntegramente por el rural, de ahí que los desplazamientos se hiciesen en autobús. También se detuvieron en el lugar de Portarís (Ribadumia), que es uno de los escenarios principales de la novela de Aríns, al encontrarse ahí la casa del fascista que cuenta sus memorias.

Las curvas de Zacande, que en 1936 eran un lugar inhóspito, la capilla y el campo da Feira de Mosteiro y la iglesia de Curro completaron el viaje en el tiempo.

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