Lucen ya con todos los trabajos completados las dos rotondas de salida de la autovía de O Salnés en Meaño, una labor que comenzaba en junio de manos del Obradoiro de Emprego Salnés Tecnolóxico e Ambiental, en su módulo de jardinería y forestal, incluido dentro el programa "Obradoiros de Emprego de Galicia".
Meaño contaba desde hace años con dos rotondas que nunca fueran ajardinadas, y que regulan el tráfico en la salida a la PO-303, vial éste que discurre por encima de la autovía, para distribuir el tráfico en el acceso o en la salida hacia Meaño y Xil-Dena.
En junio los operarios del obradoiro trabajaron retirando la capa vegetal espontánea de las dos rotondas, y disponiendo en su lugar en ellas tres áreas concéntricas delimitadas por pequeñas verjas de madera. El área interior se ajardinó con plantas de matorral con suelo de corteza de pino, y en la intermedia se dispuso una cubierta de canto rodado sobre una malla de goetextil a modo de cubresuelo. Fue estos días que se acabó de completar el área exterior de las rotondas merced a los trabajos de la firma de jardinería O Piñeiro que dispuso en ella una cubierta de césped artificial, con lo cual se dieron por finalizados los trabajos para que las dos rotondas luzcan ya en su esplendor.
De hecho la oposición había criticado en ocasiones desde hace años la necesidad de ajardinar ese espacio, por cuanto era la primera imagen de Meaño con que se encontraba el visitante al entrar desde la autovía, que es la principal vía de entrada en Meaño.
Eso sí, el verano evidenció que uno de los problemas del suelo dispuesto es la facilidad con que brota en él la juncia -también llamada cípero-, una mala hierba extremadamente resistente e invasiva, muy presente en la comarca y otras regiones y que, en este caso, salvó con facilidad la malla geotextil para asomar de forma masiva entre el canto rodado. Ello obligó que se actuara con un herbicida para intentar mitigar la plaga.
El Obradoiro Salnés de Emprego fue una iniciativa impulsada por la Mancomunidade do Salnés, al amparo de una subvención de la Consellería de Economía, Emprego e Industria, y solicitado por los concellos de Meaño, Meis, Ribadumia y Vilanova de Arousa. Estaba conformado por dos módulos, uno tecnológico y otro de trabajos ambientales, contando cada uno con 10 operarios, todos ellos demandantes de empleo en las listas del Sistema Nacional de Empleo.
