La Interpol ha detenido en Perú a Víctor Manuel Lemiña Cores, un vecino de Vilaxoán (Vilagarcía), considerado en el país andino como presunto cabecilla de una organización de narcotraficantes con miembros sudamericanos, españoles y marroquíes.

Lemiña Cores estaba en busca y captura desde 2016, cuando las autoridades marroquíes le vincularon con un barco que transportaba dos toneladas y media de cocaína. El arousano huyó, pero la Interpol le siguió la pista por Marruecos, España y Brasil hasta su llegada a Perú.

Según indican medios locales, Lemiña fue arrestado en un hotel de Lima, y su captura fue posible gracias a la colaboración de policías de varios países, incluida la española.

Los referidos medios señalan que Lemiña tenía contactos con los cárteles mexicanos de la droga, y que su organización era responsable del envío de alijos de cocaína a Estados Unidos, España, Holanda e Italia.

Como él, muchos otros presuntos narcotraficantes gallegos se han refugiado en Colombia o Perú, para desde allí organizar nuevos alijos de droga con una mayor impunidad.