El 40 por ciento de los hombres pontevedreses de más de 55 años sufren algún problema de próstata, siendo el más común la hiperplasia benigna post clínica. Pero este órgano también representa los casos de cáncer más frecuente en varones, de modo que cinco de cada cien de edades entre los 50 y los 60 años lo sufrirán, un porcentaje que va en aumento a medida que también se incrementa la edad, siendo una realidad para la mitad de los mayores de 80 años.

El Día Mundial de la Salud Prostática se celebra mañana, 15 de septiembre, con el fin de informar sobre las dolencias más frecuentes en este órgano masculino.

El jefe del servicio de Urología del Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP, Manuel Ruibal, recuerda que la próstata está situada en la zona de la pelvis, entre la vejiga y la uretra e interviene en la función reproductora "aportando la mayor parte de los nutrientes necesarios para que los espermatozoides permanezcan vivos".

La complicación más frecuente, "que más que una enfermedad es una alteración", es la hiperplasia benigna de próstata.

"Es un crecimiento del tamaño de la próstata que va asociado a la edad y suele empezar a partir de los 55 años. Los sufren casi todos los varones o todos", explica.

"Una cosa es tener esa hiperplasia y otra que te acarree problemas. Estos serían la dificultad para la micción y es lo que se conoce como hiperplasia benigna posclínica. Es muy frecuente y afecta a un porcentaje muy alto de los varones, un 40 por ciento de los mayores de 55 años", aclara.

Generalmente mejora con tratamiento farmacológico, a través de una pastilla. Cuando el paciente no responde a él y la enfermedad afecta mucho a su calidad de vida, "porque tiene que levantarse varias veces en la noche para ir al baño, porque cuando orina lo hace con dificultad...", se aconseja cirugía.

Si no se llega a controlar este tipo de hiperplasia, que es evidente porque el chorro de orina es débil o entrecortado, el paciente puede terminar siendo incapaz de orinar y necesitando una sonda.