José Mosteiro es directivo de la asociación de jubilados de la Casa do Mar de Cambados. Ayer participó en una conferencia de prensa en el Ayuntamiento sobre un curso de memoria que se va a organizar en el municipio, y en su intervención habló con dureza del comportamiento de algunas familias. "Tienen que implicarse más", afirmó. Según él, los hijos, nietos o sobrinos de las personas que empiezan a perder sus capacidades físicas o mentales no pueden limitarse a "llevarlos a la Casa do Mar por la mañana o por la tarde, dejarlos allí hasta la hora de recogerlos y ya está. A veces no vienen ni a preguntar como quedan su padre o su madre", lamentó.

El Ayuntamiento de Cambados presentó un curso de memoria, pensado para estimular las facultades mentales de los participantes. Se celebrará entre octubre y mayo, los jueves por la tarde, y el coste de la actividad es de seis euros mensuales. La encargada, Julia Martínez, explica que se ha puesto "un coste mensual simbólico, porque hemos comprobado que cuando la actividad es gratuita la gente se implica menos, y enseguida encuentra excusas para no asistir a clase. Lo que queremos es evitar el absentismo". En cualquier caso, el concejal de Servicios Sociais, Constantino Cordal, matizó que si algún usuario tuviese problemas económicos para abonar la inscripción, el Ayuntamiento le echaría una mano.

El directivo de la Casa do Mar también cuestionó a muchos compañeros de generación que se hacen los remolones para acudir a las actividades. "Están mejor sentados en el sofá de casa. Hasta que un día se levantan y se dan cuenta de que les duele una cadera".