Stop Desahucios Barbanza regresa de las vacaciones estivales con la atención y asesoramiento a ocho familias de ambos márgenes de la ría de Arousa.

En O Salnés, además de la dación en pago por la que el colectivo lucha para una familia de Vilagarcía "por una deuda de 120.000 euros", también está trabajando para conseguir un alquiler social para una familia de Vilanova y para que otra de Cambados no sea desahuciada y se le conceda un plazo de dos o tres meses que permita garantizar su realojo.

Al otro lado de la ría, en Barbanza, Stop Desahucios está volcado con dos familias de Boiro, otras dos de Ribeira y una de Rianxo. En función de cada caso, se busca la permanencia en la vivienda a través de un alquiler social, arrendamiento con opción a compra, una dación en pago o simplemente tiempo para buscar un realojo.

Esta plataforma ha solicitado una entrevista con el director xeral del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) para trasladarle su preocupación acerca de los "insuficientes" -califican- programas de la Xunta, tanto el Aluga (para inquilinos afectados por ejecuciones hipotecarias) como el Realuga (para propietarios de viviendas vacías).

No menos importante es, en opinión de Stop Desahucios Barbanza, la voluntad política de estudiar la posibilidad de crear un banco de viviendas, con alquileres asequibles, así como de revisar y ampliar los convenios suscritos con las entidades financieras.