Nathalie Lamarque es una psicóloga francesa afincada en Vilagarcía que ya ha tratado casos de ludopatía provocados por las apuestas deportivas. Y llama la atención sobre un hecho preocupante: el papel de los padres en la generación de la adicción en sus propios hijos. "Hay un perfil definido, ya que se trata de personas muy jóvenes. A partir de los 15 años ya empiezan a apostar en los bares. Es ilegal, pero lo hacen igual, y en muchos casos son sus propios padres los que los introducen en el juego".

Lamarque apunta que compartir esa afición con un hijo joven es muy peligroso, puesto que según ella su cerebro todavía no está completamente formado, de ahí que su respuesta a los estímulos que le produce el hecho de apostar no sea la misma que tendría un adulto. "Cuando ves un partido de fútbol por el que has apostado se produce una descarga de adrenalina, que provoca que si después ves otro partido en el que no apuestas no tenga el mismo sabor", afirma.

La terapeuta plantea que el patrón habitual de la adicción pasa por jugar en primer lugar en los partidos de los equipos más grandes, como el Real Madrid o el Barcelona, para, poco a poco, probar en encuentros de equipos que el ludópata ni siquiera conoce.

Asegura también que los juegos por internet, como el póquer o el bingo, son muy peligrosos, "porque el ordenador está en casa. Antes, para jugar al póquer tenías que irte a un casino y apostar muchísimo dinero. Ahora, lo puedes hacer sin salir de casa y con muy poco". Además, sugiere que se trata de juegos muy adictivos, ya que el poder de "enganchar" está directamente relacionado con el tiempo que transcurre entre la apuesta y el resultado de la misma. "A menor tiempo, mayor capacidad de adicción". Esa es la razón de que las carreras de galgos generen un volumen de negocio tan elevado.

Para Nathalie Lamarque también es "una tragedia ver a famosos" anunciando este tipo de actividades, pues se trata de personas que son admiradas por miles de jóvenes, y que a menudo desean imitarles.

La ludopatía, en cualquier caso, no es un problema nuevo en Vilagarcía. En el Servicio Preventivo Asistencial de Drogodependencias (SPAD) trataban en 2012 a nueve personas por ludopatía. Lo que ha cambiado es el perfil de los pacientes, y el tipo de juegos que están causando los estragos.