Quizá pocos deportes entiendan más que el triatlón de la necesidad de hidratación para cualquier deportista. Hacerlo de la manera más rápida posible es también muy importante para la recuperación y de eso saben mucho los practicantes de esta disciplina de esfuerzos por triplicado. Uno de los más destacados, Iván Raña, lleva desde hace muchos años utilizando el agua de mar como uno de los componentes más importantes en su nutrición líquida y, del convencimiento probado de sus propiedades, surgió en Vilagarcía el proyecto de crear una bebida isotónica con agua marina como principal elemento.

Pablo Dosil, uno de sus promotores, junto a Juan Luis Boo y Juan Ramón Arines, se convirtió en el catalizador de la idea. Con Pepe Saborido como amigo en común con Raña, recuerda la anécdota a partir de la cual empezó todo, "Pepe me comentó que un día Iván en la playa de Carnota se metía en el mar para llevarse una garrafa de agua salada a casa e hidratarse mezclándola con agua dulce y limón".

Otros triatletas, entre ellos el propio Dosil o el compostelano Antón Ruanova, se aplicaron la técnica y notaron lo positivo de los resultados. "Las propiedades son bestiales porque el agua de mar tiene compuestos de 72 elementos de la tabla periódica y con predominantes que son básicos en nuestras células y en el plasma sanguíneo como son el potasio, sodio, magnesio y calcio".

Físico de profesión, Dosil sabe perfectamente cuales son las proporciones para llegar al isotónico que ya han comercializado, "se trata de tener un 20% de agua marina y un 80% de agua dulce y añadirle limón". Como triatleta confeso y practicante, Pablo nunca terminó de entender como deportistas que cuidan hasta el extremo su nutrición se rehidrataban al término de una prueba con bebidas químicamente tratadas y con azúcares añadidos.

Natural de Noia, pero residente en Vilagarcía, Dosil trabaja para una empresa japonesa Asahi Kase Medicali. En algunos de sus viajes coincidió en aeropuertos y aviones con Iván Raña y, poco a poco, se fue forjando su proyecto. También ayudó su labor profesional puesto que en uno de sus estudios para pacientes con fallos multiorgánicos con problemas para eliminar sales, toxinas y agua, comprobó la eficacia del agua marina en un trabajo conjunto con el médico vitoriano Javier Mainar.

Faltaba el empuje final y lo encontró un día en la piscina de Fontecarmoa en una charla con Juan Luis Boo, un verinense residente también en Vilagarcía y que se implicó al máximo en el proyecto. Fue hace cuatro años y de aquel encuentro salieron muchas reuniones para "hacer cocinitas" y buscar la proporción exacta para poder comercializar la idea.

Para la creación de la marca la figura de Juan Ramón Arines fue crucial. Como arquitecto y diseñador de interiores fue clave. Artio, nombre de una diosa Celta de protección de la naturaleza, fue la imagen elegida para salir al mercado, pero aún faltaba una reválida importante, la del sabor.

El día clave llegó hace cerca de tres años. Con el producto ya listo para su consumo, y tras varias pruebas de composición, tocó realizar una cata con cerca de sesenta alumnos del ciclo de TAFAAD del IES Miguel Ángel González Estévez. El resultado de la prueba resultó satisfactorio. También se obtuvieron excelentes críticas en el triatlón Paralelo 42 de A Pobra que, al igual que el de Ponte Nafonso, lo organiza el propio Pablo Dosil.

"Lo probaron y les encantó a la gran mayoría. Incluso el campeón en A Pobra ese año, Uxío Abuín, comprobó personalmente lo válido y rápido que era para la hidratación porque enseguida tuvo que ir al baño, algo muy difícil de conseguir después de un triatlón", apuntó el generador de la idea.

Las primeras botellas llevaron el nombre de Iseatonic, a la espera de finalizar un proceso definitivo de cambio de nomenclatura a Artio, y se produjeron en Bamio después de alcanzar un acuerdo con la empresa de A Illa Auga Mareira para suministrar la clave del producto. Ese agua de mar se extrae de la zona de Punta Cabalo en A Illa donde Ramón y Rodrigo Lojo, padre e hijo, abastecen a los tres socios vilagarcianos para elaborar su producto con la Ría de Arousa como fuente de electrolitos y sales minerales necesarias antes, durante y después de hacer deporte.

Y tres años después de sacar a la luz la primera botella de producto isotónico realizado a base de agua marina, agua dulce y limón han sido muchos los reconocimientos, como el premio recibido por su emprendimiento empresarial. Un mérito que les ha brindado disponer de un espacio de coworking en la Autoridad Portuaria de Vilagarcía donde siguen dando forma a su original apuesta.