En los últimos días han aparecido varios ejemplares de delfines decapitados en playas de Almería. Las asociaciones animalistas acusan a los pescadores de estar detrás de esta práctica, pues según las mismas están utilizando la cabeza del cetáceo como carnaza.

Antiguamente, en Galicia, cuando las poblaciones de delfines se disparaban en una zona determinada, se organizaban batidas -como las que se hacen en tierra con los jabalíes, cuando se detectan daños en los cultivos agrícolas-, que eran autorizadas por la Comandancia, pero esa práctica está ahora mismo prohibida.

Rafael Varela responde al respecto que "nosotros no queremos hacerles daño a los delfines, y por supuesto que no queremos llegar a eso que está pasando en el sur (en alusión a los sucesos de Almería), pero la verdad es que hay alguna gente que está desesperada".

Insisten en que son casi un centenar de barcos y, en consecuencia, varios centenares de familias afectadas.