Limitar el acceso de bicicletas al parque natural de Carreirón es una de las opciones que está barajando el Concello de A Illa en estos momentos. El motivo no es otro que la salud de parte del espacio dunar que se encuentra en el interior del parque y que, cada verano, acaba sufriendo un importante desgaste por el paso continuo tanto de peatones como de ciclistas.
Esa limitación se aplicaría mientras no se acometa una profunda remodelación de los senderos interiores del parque, un proyecto que lleva tiempo estudiando la Concejalía de Medio Ambiente que dirige Gabrielle von Hundelhausen y que ya cuenta con financiación llegada a través de una ayuda de la Red Natura 2000. La edil reconoce que, durante el verano "la presión a la que está sometido el espacio dunar es brutal, ya que son cientos de personas pasando a diario por encima de ella, a lo que se suman los ciclistas, por eso tenemos que buscar una solución inmediata mientras se lleva a cabo la reordenación de los caminos interiores". Es cierto, reconoce Von Hundelhausen, que el espacio dunar afectado "cuenta con un poder de recuperación extraordinario, ya que durante el invierno, ante la ausencia de esa presión que soporta en verano, consigue regenerarse". La edil mantiene que no es un ataque contra los ciclistas, "pues somos un municipio catalogado como 'bicifriendly', pero hay que tomar una determinación para evitar que el espacio dunar que no está protegido por vallas sufra daños que puedan resultar irreversibles".
Para acometer la reordenación de los senderos interiores del parque de Carreirón, el Concello dispondrá de 20.000 euros que se van a comenzar a invertir en los próximos días, lo que permitirá que la actuación se finalice el próximo mes de marzo. Esa cantidad no solo se va a utilizar en la reordenación de aquellos senderos que atraviesan el espacio dunar, modificando su trazado para evitar que pasen por encima de la arena, sino que también se van a invertir en eliminar uno de los grandes problemas que sufre el parque y todo su entorno, la presencia de especies invasoras que amenazan con sustituir a las autóctonas.
En el interior del parque, gracias a la colaboración que el Concello tiene con BATA, la proliferación de especies invasoras se encuentra bastante controlada, pero en el radio de influencia de Carreirón, la presencia de plantas como la margarita africana, la uña de gato, la acacia negra o la oreja de gato se ha disparado por completo y el objetivo es comenzar a erradicarlas en esa zona.
