Es agosto y Vilagarcía está en fiestas. Y eso no hay quien lo cambie. Aunque llueva. El sol y el calor del sábado dieron ayer paso a una jornada dominical que amaneció con el cielo completamente cubierto, con amenaza de descargar agua. Y lo hizo, pero justo después de que finalizase en la Praza de Galicia uno de los múltiples números del Festiclown, un festival de clown, humor, malabares y acrobacias imposibles que desde el pasado jueves está llenando las calles de ciudad de cientos de sonrisas. De hecho para garantizarse una silla, muchas familias acuden a la plaza con una hora de antelación.

Pallasos en Rebeldía regresó a Vilagarcía para presentar una gala solidaria familiar. Por la noche, también con un éxito absoluto de público, actuó la compañía Passabarret, con su Tandarica Circus. Antes, en la Praza do Castro, Mundomandarina arrasaba en el Certamen Intergaláctico con "Mi abuelo es mago".

El colofón del domingo corrió a cargo de Milladoiro, un grupo gallego con más de 40 años de trayectoria profesional que presentó su nuevo trabajo "Atlántico" en un concierto en el parque de A Xunqueira a partir de las once de la noche. En ese mismo escenario, 24 horas antes, Diego El Cigala se arrancaba con casi dos horas de voz y música en directo.

Sentado en un taburete y con una mesita a su vera, el cantaor entonó los temas de su nuevo álbum en el que marida flamenco y salsa, "Indestructibles", pero también otros míticos como "Lágrimas Negras" que no dejaron indiferente a nadie.

El parque vilagarciano se llenó hasta la bandera para disfrutar del quejío de El Cigala, que a diferencia de su anterior actuación, en el Sonorama (donde salió 40 minutos tarde al escenario), apareció en escena con puntualidad británica.

Para algunos espectadores el del sábado fue uno de los mejores conciertos del año en Vilagarcía, con una música en directo espectacular. De hecho los momentos de mayor protagonismo del piano dejaron boquiabierto a más de uno.