La vendimia de este año en la Denominación de Origen Rías Baixas será ligeramente inferior a la de 2017, tal y como había avanzado en la pasada Festa do Albariño el presidente de su Consello Regulador, Juan Gil, y comenzará con entre una y tres semanas de retraso respecto a recolecciones anteriores.
Así lo confirmaba ayer esta entidad en base al Informe de Estimación de Cosecha 2018 emitido por el Órgano de Control y Certificación de Rías Baixas; un documento en el que se especifica que este año se recogerán unos 36 millones de kilogramos de uva -un 10% menos que en la cosecha anterior- con los que elaborar aproximadamente 24 millones de litros de producto amparado por la marca de calidad Rías Baixas.
Hay que tener en cuenta que "el índice de fertilidad de este año es mayor que el de 2017", pero la merma en la cosecha de entorno a un 10% se antoja inevitable "debido principalmente a problemas de corrimiento de flor y de enfermedades fúngicas, sobre todo mildiu".
Esto se notó especialmente en las subzonas de O Condado do Tea y O Salnés, aunque los técnicos de campo "esperan que sean más bien daños puntuales y no generalizados".
183 bodegas
Son 183 bodegas y 5.293 los viticultores que van a participar en la vendimia de 4.045 hectáreas de viñedo, repartidas entre 21.607 parcelas de las cinco subzonas productoras.
Culminarán así un año de cultivo "climatológicamente muy húmedo, con tormentas y alternancia de periodos con altas y bajas temperaturas", siendo éstas unas condiciones meteorológicas claramente adversas "que hacen que los viñedos presenten una situación muy heterogénea y, en consecuencia, que resulte más complicado estimar la producción con la misma precisión que en 2017", según detallan en el Consello Regulador.
