Manuel Charlín Gama y su hijo Melchor abandonaban pasadas las tres y media de la tarde de ayer la sede judicial viguesa con el auto de libertad bajo el brazo. Al patriarca del clan, de 86 años, no se le impone medida cautelar alguna, mientras su hijo deberá comparecer quincenalmente. El magistrado Juan Carlos Carballal, titular del Juzgado de Instrucción 4 de Vigo que dirige la operación, los dejó en libertad con cargos tras una declaración exprés de ambos -apenas cinco minutos-, en la que se limitaron a responder a las preguntas de sus abogados y se negaron a contestar al fiscal Antidroga y al propio juez.

Aunque no ha quedado acreditada su relación con el alijo intervenido en el Titán Tres, ambos siguen como investigados por presunto delito de pertenencia a organización criminal en relación con otras operaciones de narcotráfico investigadas en la misma causa y que no fructificaron. Después fueron "puenteados" y "apartados" en la organización del alijo de 2.500 kilos de coca intervenidos en el remolcador Titán tercero.

Otras catorce personas de las 28 detenidas en la operación Barrancabermeja, nombre de una localidad colombiana, quedaron también libres aunque con cargos. Siete de ellas no llegaron al juzgado al ser puestas en libertad por la Policía Nacional, y el resto tras ser interrogadas en el juzgado ayer. Este es el caso de los tres tripulantes del pesquero Sempre Cacharelos, abordado a 80 millas de la Ría de Arousa cuando iba en busca del alijo.

También las dos mujeres detenidas han sido puestas en libertad, la esposa de Santos Viñas que hacía de "secretaria y centralita", según la investigación, a la que tampoco se imponen medidas cautelares, y la novia del boirense Mario Otero. Tampoco ha quedado plenamente acreditada la relación con este alijo de los hermanos colombianos Enrique y Marcos Echevarría, que han declarado por vídeoconferencia desde Toledo.

En cambio, Juan Carlos Carballal, a petición del fiscal Antidroga Pablo Varela, envió a prisión a doce personas, incluidos los cuatro tripulantes del remolcador apresado en Azores que trasladaba la cocaína que la alianza de clanes gallegos pretendía introducir por la costa de Galicia y que ahora navega custodiado rumbo a Canarias, a donde podría llegar mañana.

También ingresaron en A Lama el histórico Jacinto Santos Viñas, que disfrutaba del régimen de tercer grado por una condena de 28 años de narcotráfico y Mario Otero, dueño de una céntrica cafetería en Boiro (A Coruña) y su hijo Daniel. También fue a prisión el ciudadano holandés Paul Wouter, que declaró por vídeoconferencia desde Estepona (Málaga) y del que se presume es responsable de parte del alijo intervenido.

Los otros arrestados en el marco de la operación Barrancabermeja enviados a prisión son Víctor Manuel Pérez Santos; Serafín Pego Vidal, Luis Manuel Rodríguez Parada, y Rafael Díez Martínez, este último cazado el jueves por la noche por la Policía en el aeropuerto de Vigo, al que llegó en un vuelo procedente de Madrid.

La causa contra los 28 investigados se sigue por los supuestos delitos de tráfico de drogas en cantidad de notoria importancia y organización criminal. En total, ayer pasaron a disposición judicial a lo largo de la jornada 17 de los arrestados en la macrooperación del Greco Galicia. Todos los que quedaron en libertad provisional deben comparecer quincenalmente ante los juzgados o en las comisarías de sus ciudades de residencia, excepto el patriarca del clan Charlín y la mujer de Santos Viñas, para quienes no se han dispuesto medidas cautelares.

Otros siete implicados en la operación ya habían quedado libres en sede policial. Entre ellos los tres tripulantes del pesquero que supuestamente iba a recoger la droga que transportaba el barco abordado por la Policía para llevarlo a un puerto de la provincia de A Coruña.

Esta operación, cuya investigación comenzó hace un año, permitió desarticular una de las más importantes organizaciones formadas por alianzas de narcos dedicadas a la importación de cocaína en Galicia, según indicó la Policía Nacional.