Las empresas grovenses Sergama Reparaciones de Altura S.L. y Noroeste Sub 2007 S.L., con apoyo del barco "Insuíña Rande", inician esta mañana la retirada de los restos del catamarán "Boramar", quemado el pasado día 24 a la altura de la isla de A Toxa cuando comenzaba una singladura turística por la ría de Arousa con 52 personas a bordo, una de ellas fallecida.

Fue el accidente más grave ocurrido en las tres décadas de historia que tienen los barcos de pasaje que operan desde el puerto de O Corgo, en el Concello de O Grove, a pesar de trasladar anualmente a unas 400.000 personas.

Desde el fatídico accidente marítimo los restos calcinados del "Boramar" permanecieron encallados en la emblemática y turística isla -a la altura del lugar conocido como Punta Cabreira- a la espera de que la Guardia Civil pudiera culminar la investigación.

Una vez finalizada -ya se explicó ayer en FARO que el fuego comenzó en la cocina de la nave-, es momento de retirar todo tipo de restos y proceder a su eliminación a través de gestores autorizados.

Se hace al amparo de un minucioso protocolo de actuación, especialmente cuidadoso con la preservación del medio ambiente y teniendo muy en cuenta que el pecio se encuentra en una importante zona de cultivo de moluscos bivalvos, amparada además por la Red Natura.

Es una hoja de ruta elaborada por la propia empresa Noroeste Sub, que capitanea Pablo Méndez, que ayer recibió el visto bueno definitivo de Capitanía Marítima, Portos y todos los organismos competentes.

Con ella se pretende conseguir que en el plazo de tres días -salvo complicaciones- el espacio natural y paisajístico de A Toxa afectado por el trágico suceso marítimo recobre su aspecto original.

De lo que se trata, en definitiva, es de "retirar los pedazos del barco, uno a uno, y trasladarlos a un vertedero autorizado de A Coruña", para lo cual se contrató el transporte al grupo "Toysal", con sede en Vigo y especializado en la correcta gestión de residuos industriales de todo tipo.

En buena lógica este laborioso proceso incluye la retirada de aceites, fibras y absolutamente todo el material ajeno al medio natural, tal y como indica Pablo Méndez.

Él y su equipo regresaron ayer a la zona del siniestro y tras realizar algunas pruebas constataron que "los trabajos van a ser laboriosos porque, aunque es posible sacarlo, el material -sobre todo la resina- está incrustado en las rocas y hay mucho hierro de por medio", sostiene Méndez. En cualquier caso confía en "terminar toda la limpieza el sábado".

Los trabajos comenzaban a las 9.00 horas -aprovechando la bajamar- con el equipo desplazado por tierra -a través del terreno de juego del Real Club de Golf La Toja- para hacer uso de aspiradoras, hidrolimpiadoras y artilugios semejantes.

Pablo Méndez anunció que a medida que suba la marea -la pleamar de hoy se alcanza a eso de las 13.30 horas- intervendrá también el buque "Insuíña Rande", para empezar a retirar los trozos más grandes de lo que queda del catamarán "Boramar".