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Aprender tecnología también puede ser un juego de niños

El "SalnésCampus" se desarrolla en el Centro de Desenvolvemento Local de Vilanova con plena asistencia en seis semanas de curso

Los alumnos diplomados tras la quinta semana de actividad en Vista Real. // FdV

Vilanova tiene su Silicon Valley particular. No está en Estados Unidos, pero sí en el Pazo de Vista Real. Un lugar donde la ciencia y la tecnología se convierten en el catalizador de una actividad que tienen en la formación y el desarrollo su razón de ser. El nombre de este espacio es "SalnésCampus" y se ha convertido en un éxito de participación a lo largo de las seis semanas que ya ha consumido.

En su tercera edición el éxito de esta iniciativa va claramente en aumento. Con la co-organización del Centro Desenvolvemento Local, organismo dependiente del Concello de Vilanova de Arousa, el propio Gonzalo Durán no ha dudado en calificar esta oportunidad de formación tecnológica como "pionera en la comarca y plenamente consolidada".

Basta con observar los datos de procedencia de los alumnos, en su gran mayoría menores de edad, para tomar referencia de la importancia y atracción que tienen ahora las actividades relacionadas con el desarrollo informático. El 22,9% de los 96 alumnos que han participado en las seis primeras semanas son residentes en Vilanova mientras que el 58,3% proceden de otros ayuntamientos próximos. Incluso el 18,8% restante procede de lugares como Vigo (4), Pontevedra (4), Cuenca (2), Lugo (2), Poio (2), A Coruña, Catoira, Caldas de Reis y Barro.

Los buenos registros de asistencia, cubriendo hasta la fecha el total de las plazas ofertadas, tiene aún mayor impacto teniendo en cuenta que también otros ayuntamientos como Cambados y Sanxenxo han apostado también por campamentos tecnológicos animados por el buen funcionamiento del que se imparte en Vista Real, al que acudieron en las dos primeras ediciones muchos niños de ambos concellos.

Con un tope de 16 plazas disponibles por cada semana, la formación se desarrolla de lunes a viernes de 9.30 a 14.30 horas para completar un total de 22 horas y media de formación en materias muy diversas. Desde el montaje y programación de robots, diseño e impresión en 3D o el manejo de drones pasando por realización de hologramas y construcción de una pirámide holográfica. También se pueden crear mundos de realidad virtual que se pueden contemplar con gafas de tecnología RV.

En la dinámica de cada una de las seis semanas de trabajo los 16 alumnos se dividen en dos grupos en función de su nivel de familiaridad con el desarrollo tecnológico. Una de las cuestiones que más impresión está causando entre los jóvenes es lo relacionado con los hologramas. Javier Piñeiro, director del CDL, apuntó al respecto que "el ver proyectados en los móviles los hologramas es una sensación muy bonita. Se crea una pirámide holográfica y se puede jugar con ella en casa. Se ve el holograma en el interior de la pirámide, pero también se trabaja en el manejo de drones o en la proyección de videojuegos. Es una formación muy completa".

Lo atractivo del temario hay que atribuírselo al ingeniero informático Manuel Guillermo Fraga y a un equipo de docentes de educación Primaria y Secundaria con acreditada experiencia en la enseñanza de nuevas tecnologías.

Todavía quedan tres semanas de enseñanza en lo que supone una posibilidad más que interesante para cualquiera. Por el precio de 54 euros por curso de una semana todavía quedan plazas disponibles en los siguientes turnos. Los interesados en participar solo tienen que interesarse a través del Facebook de Centro de Desenvolvemento Local de Vilanova o solicitando información en el correo electrónico javier.pineiro@vilanovadearousa.com.

Otra buena muestra de la buena acogida de estos campamentos de formación tecnológica impartidos en Vilanova es que esta temática ha derivado en una iniciativa de carácter extraescolar que se lleva a cabo durante el curso. La dinámica de la misma son dos horas de aprendizaje cada semana a impartirse en las aulas de Vista Real y que el curso pasado contó con una treintena de alumnos no solo de Vilanova, sino también de otras localidades.

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