El Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI) ha conseguido otro documento de indudable valor científico que ya está teniendo repercusión internacional. Y es que ha conseguido grabar muy cerca de la costa gallega un auténtico espectáculo pocas veces visto en estas aguas.

Se trata de un espectáculo acústico y visual que tuvo lugar entre las islas de Sálvora y Ons y que puede definirse como un momento de frenesí absoluto, protagonizado por un centenar de delfines comunes, atunes de más de dos metros de largo y varios cientos de aves, como alcatraces, cormoranes, pardelas y gaviotas, alimentándose todos ellos en el mismo lugar.

Bruno Díaz, el director del BDRI, explica que se formó una inmensa bola de carnada. Se trata de decenas de miles de ejemplares de un pequeño y alargado pez conocido como lanzón, pipión o bolo. Lo que se aprecia en el vídeo filmado por el BDRI es la estrategia de los delfines, que pastorean a los peces y los arrinconan alimentándose con rápidos ataques desde las profundidades, mientras que desde la superficie atacan los alcatraces, pardelas y otras aves que solo con lanzarse al agua capturan a sus presas con facilidad.

"Es un fenómeno que realmente desconocíamos en aguas gallegas, aunque se podía esperar. No nos imaginábamos que fuera algo tan espectacular e impactante", indica Bruno Díaz.

No es, ni mucho menos, el primer documento de valor científico presentado por el Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI, por sus siglas en inglés). Como se explicó recientemente también ha documentado la presencia de la ballena azul alimentándose en la costa gallega y el sorprendente avistamiento de unos 3.000 ejemplares de delfín común que pescaban juntos.

Ya se dijo entonces que es una cifra asombrosa y poco habitual en la costa europea. "No nos esperábamos una agregación tan imponente, pues llegar a encontrar a unos 3.000 ejemplares juntos es algo casi único, al menos en la costa gallega y europea, ya que donde suelen verse grupos tan grandes es en California y Sudáfrica", relataba el director del BDRI.

Aquellos mamíferos marinos estaban a unas diez millas de las islas Cíes y formaba "una especie de gran ola", nada menos que "casi dos millas náuticas cubiertas por delfines comunes, es decir casi cuatro kilómetros sembrados de estos animales moviéndose con gran rapidez mientras se alimentaban y saltaban".