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Cultura y tradición siempre triunfan

La celebración en San Vicente de la décima edición de la Festa da Malla y el espectáculo O Mundo a Danzar en Vilanova reclamaron con éxito su cuota de seguimiento

Todo el proceso dejó claro el mimo en cada detalle. // Muñiz

En un fin de semana cargado de eventos de un masivo poder de convocatoria en ayuntamientos próximos, O Grove y Vilanova también reclamaron la atención de muchos espectadores y visitantes con reclamos de primer nivel en cuanto al valor cultural y a la importancia al respeto de las tradiciones.

Por décimo año consecutivo en San Vicente se desarrolló la Festa da Malla. Organizada en esta ocasión por la Casa Museo Quinteiro de Temperán, se celebró una romaría que encierra una defensa a ultranza del valor de las tradiciones a la par que escenifica lemas tan arraigados como el "ganarás el pan con el sudor de tu frente".

El calor también tuvo mucho que ver en la simbolización en una jornada de faena que se extendió durante largas horas. Por la mañana se llevaron a cabo las labores de representación. Desde el arado y la siembra hasta su recogida, selección y transformación en pan. El centeno protagonizaba todo el proceso de elaboración con paradas obligadas en la malla de malladío y en la peneira para seleccionar el grano. Todo ello en una escenificación muy bien cuidada en lo que respecta a vestuario y útiles de faena.

El horno trabajó a pleno rendimiento durante toda la mañana. Hasta 18 bollas de pan artesanal salieron de las entrañas de la Horta do Cura gracias a la cuidada expresion en la que no se escapó ni el más mínimo detalle.

Ya por la tarde, fueron los pequeños los que tomaron el protagonismo. Los juegos populares y la música tradicional invadieron el privilegiado entorno. La afluencia de visitantes fue en aumento con el paso de las horas y la disminución de las temperaturas. También hubo tiempo para recuperar fuerzas mientras caía la tarde con los pequeños "petiscos" elaborados durante la tarde.

Toda una representación museística digna de la mejor documentación posible sobre las artes de labranza más primigénias. Todo un símil de la importancia de la tierra fértil y de que la manipulación humana también ha tenido mucho que ver en alcanzar la necesaria productividad. Aunque en sus primeros tiempos se lograse con tracción animal y las máquinas de siega y selección actuales no entrasen ni en la imaginación más prolífica. Más bien se sustituían por una peneira y el mallado previo se encargaba de ayudar a separar el grano de la paja.

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