La tercera edición del Atlantic Fest llegó a su término con la sensación de haber dejado el listón muy alto. Fueron tres días de un absoluto desparrame de talento con actuaciones para el recuerdo y de una conexión absoluta entre público y escenario.
El escenario Paco & Lola, en la plaza de abastos, fue el lugar que dio cabida a los dos últimos conciertos de Rayotaser y el dúo Esteban & Manuel. Ritmos amables y apropiados para la hora del aperitivo y tras una larga noche de fiesta. Y es que el sábado superó incluso las mejores expectativas con unas actuaciones dignas del mejor festival que se precie.
Hubo estilos para todos. Desde el más conocido y experto de Iván Ferreiro o Christina Rosenvinge hasta el trap más transgresor de Yung Beef, líder de todo un fenómeno y una actitud musical que ha llegado hace poco para quedarse.
La elegancia y ritmos más atlánticos de Rodrigo Amarante también maridaron a la perfección con el atardecer de A Illa. Pero la llegada al escenario Son Estrella Galicia de los daneses Iceage fue el principio de un derroche musical nocturno.
Los nuevos punk del panorama musical dieron paso a La Casa Azul que revolucionó a todos a base de un electropop muy fresco en lo que fue la antesala de la irrupción de los británicos The Vaccines aumentando la temperatura y la energía del recinto de O Bao con himnos como el "If you wanna" entre otros varios. Fue un enorme concierto al igual que el tremendo colofón protagonizado por Kaiser Chiefs con Ricky Wilson a la cabeza.
Y en el escenario Fest Galicia más actividad con el colofón de Eva Amaral ejerciendo de disc-jockey de excepción.