La de ayer, en O Grove, fue una procesión marítima muy especial. El homenaje anual a la Virgen del Carmen adquiere un valor añadido en el puerto meco, donde la cofradía de pescadores que dirige Antonio Otero aglutina a más de medio millar de socios -concretamente 565 miembros, entre ellos 400 mariscadores de a pie-, tanto de la propia localidad grovense como de Cambados, Sanxenxo, Meaño, Ribadumia e incluso Marín y Poio.

Se trata, en consecuencia, de una de las cofradías más importantes de Galicia, lo cual queda reflejado en las cuentas anuales. Baste decir que los beneficios se elevaron hasta los 236.430 euros después de que su lonja comercializara más de 939 toneladas de producto que reportaron unos ingresos de 9,3 millones de euros.

Esto la situó como la séptima lonja más importante de Galicia en cuanto a facturación, solo superada por las rulas que venden también pesca de altura y la de Noia, donde tiene especial incidencia el marisqueo de toda su ría.

Si al papel que desempeñan la Confraría de Pescadores San Martiño y su lonja se suma el hecho de que en el Ayuntamiento O Grove estén censadas más de trescientas embarcaciones es fácil de entender el por qué del tirón que ejerce la patrona de los marineros. Esto explica, por sí solo, la masiva participación en las procesiones desplegadas ayer, tanto en la organizada por tierra firme como en la marítima. Pero a esa llamativa afluencia de público, que por otra parte se repite cada año, también contribuye, desde luego, el hecho de que fuera jornada festiva en O Grove y de que esta villa sea, además de marinera, una localidad eminentemente turística que en esta época del año está "a tope", tanto en sus hoteles como en los bares y restaurantes. Sin olvidar el papel que desempeñan los barcos de pasaje, que también contribuyen a atraer visitantes y a engrandecer la procesión de la patrona de los marineros.