Cada año medio centenar de niños se quedan sin plaza en las guarderías públicas de Vilagarcía, según los datos que maneja la concejala de Benestar Social, Tania García. Para eliminar esta lista de espera y por tanto dar servicio a todas las familias del municipio que necesitan plaza en una escuela infantil -sin necesidad de que tengan que recurrir a centros privados como ocurre ahora-, el Concello tiene previsto poner en funcionamiento la guardería de Vilaxoán a lo largo del próximo curso. El alcalde, Alberto Varela, afirmó ayer en una visita a las obras que estas deben terminar este año 2018 para poder justificar la subvención con la que se financia la infraestructura ante la Diputación (con cargo al POS 2016).

Aunque el plazo de ejecución establecido expira en septiembre, difícilmente podrán los trabajos concluir en dos meses teniendo en cuenta el estado actual de los mismos. Y es que el hallazgo en la parcela de "un laberinto de tuberías" -definió el propio regidor- retrasó considerablemente la actuación, además de encarecerla, pues a los 589.000 euros por los que se adjudicó a Inelsa en marzo de 2017 hay que sumar otros 150.000 para desviar las canalizaciones. Y hubo que convocar un proceso de licitación independiente.

Si los plazos que ahora están sobre la mesa se cumplen, es decir, que la obra termina este año, acto seguido hay que equipar las instalaciones, una inversión que Varela espera que asuma íntegramente la Xunta. Recalcó "el esfuerzo inversor" del Ayuntamiento en la construcción de esta guardería -con fondos provinciales del Plan Concellos-, por lo que considera que "el suministro de materiales" le toca al Gobierno gallego.

La edil Tania García añadió que es posible abrir un plazo de matriculación extraordinario para poner en marcha la escuela infantil municipal de Vilaxoán, por lo que podría inaugurarse a mitad de curso.

El proyecto es del arquitecto Iago Fernández, quien ayer hizo de guía por las obras para explicar al gobierno local los detalles y avances de la actuación. El diseño de la estructura de la guardería es modular e imita la tipología de las antiguas casas marineras de Vilaxoán. Son unas instalaciones muy amplias, concretamente de 870 metros cuadrados, en las que habrá capacidad para 82 niños de 0 a 3 años repartidos en seis aulas: dos para bebés, dos para 1-2 años y otras tantas para 2-3. No obstante, una de las aulas podrá destinarse a otros usos.

Todas las aulas tendrán doble ventilación, por el norte y por el sur, y contarán con mucha iluminación natural. Según explicó el arquitecto, entre ellas habrá unos espacios menos luminosos destinados a zonas de descanso para colocar las cunas.

Después de las aulas (entre ellas hay varios aseos), se dispone el comedor, y por último la cocina. A los 870 metros cuadrados de edificación hay que sumar los 400 del patio al aire libre que se ubica en la zona sur, así como otra superficie, ya más sombría, en la parte norte. La parcela, ubicada junto al campo de fútbol de Vilaxoán, tiene un total de 2.975 metros cuadrados.

El alcalde no dejó escapar la oportunidad de felicitar al diseñador del proyecto por el trabajo realizado, pues al igual que en su día dijo la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, Alberto Varela también cree que esta infraestructura educativa "será merecedora de premios" de arquitectura.

El actual gobierno de Vilagarcía siempre ha defendido que la construcción de una escuela infantil en Vilaxoán es un compromiso programático para atender la demanda existente de plazas públicas de guardería y para equilibrar la distribución geográfica de las mismas, puesto que ya funciona una en el casco urbano de Vilagarcía (la municipal de A Lomba) y otra en Carril (una Galiña Azul dependiente de la Xunta e integrada en el Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar). La de Vilaxoán será de carácter municipal, pero también se incluirá en la red del Consorcio.