Al adentrarse en el río Ulla, desde su desembocadura frente a Cortegada, se ve que sus orillas siguen vírgenes y que sus fondos guardan aún muchos tesoros. Entre ellos, mucho armamento de la epoca vikinga; lo que hace suponer que allí se luchó mucho.
Un aficionado a la arqueología y rastreador de las orillas (suelo húmedo) posee una gran colección de objetos que pertenecen a tal historia, herramientas agrícolas, flechas, aparejos de pesca, lanzas y espadas de los tiempos de los romanos. Se puede decir, que el 95% de esa historia se encuentra en los fondos del Ulla.
A través de estos objetos, se pueden descubrir los secretos del Ulla. El comercio marítimo fué muy importante. Las dos piedras que encontró este vecino que pertenecen a un molino, seguramente cayeron de un barco en aquella época, esas piedras podrían valer tanto como una casa.
La actividad en el Ulla fue más importante y más grande de lo que se piensa, es un río que se puede comparar con un cable, que une los sitios mas importantes de la arqueología comarcal. Cabe citar unas ánforas encontradas hace años detrás de la isla de Cortegada, que se pudren en los sótanos o almacén de algún museo sin que se les dé el valor que le corresponde.
