Cada día que pasa son más las probabilidades de que la cosecha de uva de este año sea escasa. La floración no fue buena, debido a las adversas condiciones meteorológicas, y el desarrollo de los racimos va por el mismo camino, y a causa de idénticas razones.

La inestabilidad ha propiciado la aparición del mildiu, que además a estas alturas avanza imparable y ya ha causado estragos importantes en no pocas parcelas de las diferentes zonas productoras de la Denominación de Origen Rías Baixas.

Ya se advertía hace días de que el riesgo era extremo. Y las cosas no han hecho más que empeorar, de ahí que se hable ya de "daños elevadísimos" en las viñas, registrándose un importante nivel de defoliación y una no menos llamativa presencia de racimos secos.

La persistencia de las lluvias, su alternancia con jornadas soleadas, la humedad, la vegetación que se desarrolló de manera abrupta en las plantaciones y las bruscas oscilaciones de las temperaturas durante las últimas semanas se han encargado de condicionar el ciclo vegetativo, entorpecer el desarrollo del fruto y de dañarlo, sobre todo ahora que la uva había alcanzado el tamaño de un guisante.

Por si fuera poco las complejas condiciones meteorológicas entorpecieron la aplicación de los tratamientos fitopatológicos e hicieron inútiles muchos de ellos.

Así lo confirman todos los viticultores, bodegueros y enólogos consultados. Y así lo atestigua la Estación Fitopatológica de Areeiro (EFA), donde han constatando que el número de esporas del hongo en las plantas se triplicó desde la semana pasada.

Todo indica que el hongo seguirá avanzando en próximos días y puede incluso alcanzar una fase más peligrosa, la de mildiu larvado, por lo que habrá que aplicar los tratamientos que sean necesarios y mojar bien las plantas.

Cuidado con la botritis

Es fundamental, insisten los técnicos, no dejar de lado la vigilancia periódica de una viña que puede resentirse mucho este año y en la que también es preciso airear los racimos para evitar el avance de la botritis, aplicando tratamientos específicos contra esta enfermedad -que ya está presente en algunas parcelas de la subzona de O Salnés- si la uva ya presenta lesiones.

A este respecto, la EFA puntualiza que hay que tomar precauciones cuando se elimina el manto vegetal de las parcelas, ya que "pueden saltar pequeñas piedras" que rasguen la piel de la uva.