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Documentan el bullicio de los delfines en verano y sus juegos con algas para practicar la pesca

El comportamiento social de los arroaces es muy llamativo en esta época - BDRI amplía sus estudios sobre los mamíferos marinos

BDRI

El trabajo científico, formativo y divulgativo del Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI, por las siglas en inglés de Bottlenose Dolphin Research Institute) se intensifica cada verano, cuando es más fácil salir a la mar para hacer un estrecho seguimiento de los mamíferos marinos y conocer mejor sus hábitos de conducta o su interacción con la pesca y la acuicultura.

Esto permite profundizar en el estudio de diferentes especies y entender su modo de comunicarse, su forma de "cazar" y hábitos tan llamativos como el empleo de las algas para divertirse y para practicar técnicas de pesca.

Esta acción, que se antoja especialmente aconsejable para los delfines juveniles, ya que de este modo aprenden a valerse por sí mismos, constituye uno de los comportamientos que están siendo documentados por dicho centro de investigación, que tiene base en O Grove y dirige el biólogo Bruno Díaz López.

Tanto él como los investigadores y estudiantes de diferentes partes del mundo que realizan trabajos de observación desde la costa o lo acompañan y participan en las expediciones que realizan a diario a bordo del barco del BDRI -los hay de Canadá, EE UU, Escocia, Irlanda, Francia, Italia y España- saben que "el comportamiento de los delfines está influenciado por diversos factores ambientales", de ahí que hagan notar en el día a día de estos animales tanto el hábitat como la estación del año de que se trate. Esa actividad incluso varía dependiendo de la hora del día y de las condiciones meteorológicas de cada momento.

Esto explica, por ejemplo, que en jornadas soleadas como las registradas recientemente el bullicio en la ría fuera enorme, observándose a los delfines realizando todo tipo de juegos, tanto con las algas como sin ellas, y saltando hasta alcanzar alturas considerables fuera del agua.

Se desprende de la observación de estos cetáceos que dedican buena parte de su tiempo a las "relaciones sociales" y al juego, como dejan patente también cuando se acercan a las embarcaciones de recreo hasta casi dejarse acariciar por su quilla y nadan a la altura de esas naves durante distancias a veces considerables.

Puestos a analizar esos juegos incluso podría interpretarse que el lanzamiento de algas fuera del agua es un método que emplean los delfines mulares de rías como la arousana para llamar la atención e intentar actuar.

Todo esto, y mucho más, es lo que ofrecen las expediciones y el trabajo científico diario que realiza el BDRI. Al igual que puede observarse, en este caso con tintes más lúdicos y turísticos, a bordo de embarcaciones como el pesquero rehabilitado "Chasula", también con base en O Grove.

En este caso su razón de ser es el seguimiento de aves pelágicas, pero esas expediciones especialmente recomendadas para los ornitólogos y abiertas al público en general que se despliegan hasta llegar a doce millas de la isla de Sálvora -entre otras rutas- se complementa con la observación diaria de delfines y otros mamíferos marinos.

También en este caso se constatan con frecuencia, prácticamente a diario, las "ganas de jugar" que tienen los delfines -tanto mulares como comunes- existentes en las Rías Baixas.

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