La Guardia Civil se ha incautado de más de 2.700 litros de vino y orujo sin etiquetar en un local hostelero de Meaño. El establecimiento carecía de autorización para tener actividad y presuntamente comercializaba las bebidas de forma fraudulenta, según señalan desde el instituto armado.

El operativo ha sido desarrollado por la Patrulla Fiscal y de Fronteras de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra como consecuencia de una inspección rutinaria realizada en un local del sector hostelero en el municipio de Meaño "con la finalidad de comprobar el cumplimiento de la normativa sanitaria y fiscal de las bebidas alcohólicas que estaban dispuestas para la venta".

Durante la operación, los agentes del cuerpo armado localizaron un total de 2.286 litros de vino envasado (entre tinto y blanco), así como 486 de orujo. Ninguna de las botellas tenía marca fiscal ni etiquetado o rotulación que pudiese de terminar su trazabilidad, por lo que decomisaron las bebidas.

Así, la patrulla procedió a la inmovilización cautelar de toda la bebida, que fue precintada, y denunció al responsable del local por dos infracciones administrativas: una de ellas con base en la Ley 38/1992 de Impuestos Especiales, de la que es competente la Dependencia de Aduanas e Impuestos Especiales de Pontevedra, por carecer de los precintos fiscales, y la otra por la Ley 2/2012 de protección general de las personas consumidoras y usuarias que tendrá que resolver la delegación provincial de Sanidade de la Xunta.

Riesgo para la salud

La denuncia efectuada por la Guardia Civil tiene su origen en el riesgo que la venta de alcohol podría tener para la salud pública, ya que al carecer de etiquetas comerciales se pierde la trazabilidad del producto y por tanto no es posible conocer la empresa responsable de su elaboración y distribución.

Además, los agentes del instituto armado de la Comandancia de Pontevedra pudieron comprobar durante la inspección que la actividad desarrollada en este local de Meaño estaba totalmente indocumentada, pues carecía del registro como actividad turística, tampoco disponía del registro sanitario, no estaba dada de alta en la Seguridad Social y no tenía licencia municipal de actividad.

Todas estas presuntas irregularidades fueron denunciadas por vía administrativa ante las autoridades competentes en la materia.

El pasado mes de mayo la Guardia Civil se incautaba de otra partida de alcohol sin etiquetar, esta vez en el municipio de Ribadumia. Se trataba de 200 litros de aguardiente y 800 de vino de fabricación artesanal que se estaba comercializando de forma presuntamente fraudulenta.