Después de tres aplazamientos, Laureano Oubiña y Carmen Avendaño se ven hoy las caras en los juzgados de Vilagarcía a consecuencia de una demanda presentada por el cambadés hacia la presidenta de Érguete por insinuar en un programa que traficaba con otras drogas más allá del hachís. La fundadora de la asociación de madres contra la droga aseguraba ayer "estar muy tranquila" porque "en ningún momento mencioné para nada heroína ni cocaína, solo dije otras drogas".

Avendaño cree que Oubiña lo único que busca con esta denuncia "es protagonismo". "Lo que más me duele es que alardee de que solo traficó con hachís y de que esa sustancia nunca haya matado a nadie. Todos sabemos que es rarísimo que un adolescente que se inicia en el hachís no acabe consumiendo otras sustancias y siendo politoxicómano", lamenta la portavoz de Érguete.

Hoy estará acompañada en Vilagarcía por decenas de familias afectadas por las drogas. "La mayoría tienen a sus hijos muertos", recalca Avendaño. Así, trabajadores y socios de la Fundación llenarán un autobús que saldrá desde Vigo para estar hoy en los juzgados de O Cavadelo a las 10.00 horas, cuando está previsto que comience la vista en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Vilagarcía. También llegarán familias en coches particulares.

"Yo ya sé que tengo el apoyo. Esto es una demostración a este señor de que no estoy sola y que solo soy la portavoz. Somos muchísimas familias las que llevamos peleando desde 1985. Nuestro trabajo es combatir el narcotráfico y prevenirlo en los centros educativos", señala Avendaño.

El libro

La fundadora de Érguete se refiere al libro recién publicado por Laureano Oubiña. "No voy a comprarlo pero tengo gente que me puede dar referencias de si me menciona. Yo jamás me he metido con su familia, sus hijos merecen el máximo respeto", comentaba ayer la representante de Érguete en la víspera del juicio a través del cual el cambadés le reclama una indemnización de un euro por "daños y perjuicios" y una rectificación pública por decir que traficó con otras drogas distintas al cannabis.

Oubiña fue condenado a cuatro años y medio de prisión y al pago de una multa de 2,2 millones de euros por blanqueo de dinero. Actualmente está en libertad condicional tras haber realizado trabajos sociales en una ONG madrileña y su condena termina dentro de un par de meses, en septiembre de 2018.