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La avalancha de las rebajas pasa a la historia

El tiempo cambiante y las ventas por internet, grandes culpables del vacío de las tiendas físicas en plena temporada de rebajas

La lluvia desanima a los clientes de Vilagarcía. // Iñaki Abella

La euforia por la llegada de las ofertas se ha perdido por el camino con el paso de los años. Atrás quedaron ya las kilométricas filas para ser los primeros en entrar a los comercios con la intención de hacerse con las mejores gangas el primer día de las rebajas. El tiempo tan inestable de los útimos meses ha condicionado en gran medida la venta de las útimas temporadas, provocando un bajón importante tanto en grandes multinacionales como en los pequeños comercios. Todos coinciden en que éste no es el mejor año.

Las ventas ya se vienen arrastrando desde el pasado otoño, cuando el buen tiempo se había estancado en la comarca. Muchas son las personas que esperaron a los descuentos de principio de año para renovar sus armarios, dejando sin vender gran parte de la temporada pasada. Con la tardía llegada del calor, la situación se vuelve a repetir.

"El 80% de las ventas son el buen tiempo" comentaba una de las encargadas de Mobu Deportes, en Vilagarcía de Arousa, preocupada por la poca presencia de gente en las calles y las mínimas ventas que llevan con el comienzo del mes de julio. Aunque al contrario sucedió este fin de semana, en el que pudieron hacer una caja más que asequible con la visita de unos pocos turistas que disfrutaban de su tiempo libre.

Muchos otros han optado por adelantar sus rebajas con el objetivo de competir, en la medida de lo posible, con grandes multinacionales como Inditex. Gussto o Costureiro son ejemplos de pequeños comercios que han comenzado con sus ofertas hasta una semana antes de lo habitual con la intención de atraer al mayor número de personas posibles, aunque sea a los propios vecinos de la zona.

Otras se verán obligadas a ofrecer mayores descuentos en sus productos si la cosa no avanza, especiamente en la ropa de baño que ya cuenta con una rebaja de hasta el 30% y que se verá incrementada con el paso de las semanas de verano.

Por otra parte, la presencia de las compras por internet sigue siendo intachable. Gran parte de los jóvenes vuelve a recurrir a las nuevas tecnologías para irse de rebajas, provocando una comodidad extra y una seguridad al hacerse con su artículo favorito. Acostumbrados a ver grandes agrupaciones de gente a las puertas de los comercios, las tiendas físicas lucen cada vez más vacías, siendo un negocio condenado a desaparecer.

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