El pasado invierno, la amenaza de los temporales se cernió sobre el conocido como Cruceiro das Ánimas, situado en Castiñeiras (Armenteira, Meis). La vara llevaba tiempo inclinada, y según los técnicos era posible que no resistiese un temporal. Si el viento la tiraba, el riesgo de que se desmembrase la pieza y de que algunas figuras se rompiesen en fragmentos minúsculos era elevado, de ahí que el Ayuntamiento de Meis optase por retirar la escultura para proceder a su restauración. Los trabajos ya han finalizado, y han supuesto la recuperación integral del monumento, dado que también se rehabilitaron las tallas de los santos.

Desde el Concello meisino se explica que el cruceiro es del siglo XIX, y que está considerado Ben de Interese Cultural (BIC), pues ha superado los 100 años de antigüedad. Dado su mal estado, ha llegado a figurar en las listas rojas de algunas organizaciones dedicadas a la preservación del patrimonio gallego. Hasta que la Diputación y el Concello se aliaron para evitar una eventual caída de la vara, e invirtieron 8.400 euros en la reforma.

La administración local explica que para evitar futuros riegos, se ha puesto en contacto con los propietarios de las fincas del entorno, para que desbrocen y talen los árboles en su perímetro de protección.

En el transcurso de los trabajos se han encontrado restos de policromía en varios elementos del cruceiro, de los que se han tomado muestras. Estas han sido analizadas por un equipo de estudios medioambientales de la Universidade de Santiago. Asimismo, ha aparecido una figura que no se apreciaba con anterioridad; se trata de una representación del demonio bajo los pies de la Virgen, que simboliza la victoria del Bien sobre el Mal.

Un monumento clásico

El Cruceiro das Ánimas de Castiñeiras sigue las líneas clásicas de los de la comarca. Las figuras principales son un Cristo agonizante, inclinado hacia adelante, y la Virgen del Carmen, con el Niño Jesús en brazos, que está siendo coronada por dos ángeles.

En el fuste hay también una Virgen Dolorosa, varias figuras de santos, y un peto de ánimas con un retablo tallado, en el que se aprecian un Cristo crucificado y a varias almas entre las llamas del purgatorio. Los especialistas destacan también que en el capitel se encuentra el relieve de una custodia, cuyo culto se expande hacia 1850, incorporándose rápidamente como expresión artística a los cruceiros gallegos.

Otro monumento de estas características situado en el municipio de Meis y que se encuentra en peligro es el de Fofán, también en la parroquia de Armenteira. Ya se le cayó la cruz, y también tiene daños en la base. La imagen se encuentra en la zona que ardió durante el virulento incendio de mediados de octubre pasado.