Volvió a suceder durante el fin de semana. Una vez más fueron vistos varios jóvenes encaramados a la superestructura ferroviaria del Tren de Alta Velocidad (TAV) que forma parte del Eje Atlántico y se sitúa a sesenta metros de altura sobre el río Ulla, entre Catoira y Rianxo.

FARO DE VIGO había denunciado estos hechos días antes, haciéndose eco de la preocupación mostrada por los vecinos e incluso el alcalde catoirense, Alberto García García, ya temen que esta "gamberrada" pueda desencadenar "una auténtica tragedia".

Parece que algunos de esos vecinos volvieron a detectar los mismos hechos denunciados durante el fin de semana, concretamente el sábado, por lo que alertaron inmediatamente a las fuerzas de seguridad para que se desplazaran al lugar.

"Tristemente volvía a haber adolescentes que arriesgaban sus vidas en este viaducto mientras se paseaban alegremente por él y se sacaban fotografías, para dar cuenta de su proeza colgándolas en las redes sociales", explican los vecinos denunciantes.

Estos ciudadanos incluso temen que se trate de "un juego o una apuesta de esas que hacen en cadena", es decir, un desafío que, sospechan, "puede ir a más".

Tanto es así que "si esto sigue así lo tomarán por costumbre y el número de jóvenes subidos a este puente seguirá en aumento", pronostican los ciudadanos.

Evidentemente el acceso peatonal a esta estructura electrificada de hierro y hormigón que sirve para unir las provincias de Pontevedra y A Coruña, entre los lugares de Abalo (Catoira) e Isorna (Rianxo), está, totalmente prohibido.

Sin embargo resulta relativamente sencillo llegar al viaducto interprovincial desde el entorno de la laguna de Pedras Miúdas, que al parecer es lo que hacen los jóvenes sorprendidos mientras realizan este arriesgado juego a sesenta metros de altura.

Los protagonistas de esta acción en el puente del TAV, hay que recordar, son tanto naturales de Catoira como de Rianxo y Vilagarcía, aunque puede haberlos también de otras localidades.