El piso municipal que el Concello de Vilagarcía destinó al acogimiento de refugiados que huían de zonas en conflicto bélico o humanitario, albergó desde su puesta en marcha, hace un año, a un total de 14 personas de las que 7 eran menores de edad.

En estos doce meses, esta iniciativa permitió que cuatro familias procedentes de Siria y Georgia dispusiesen de un hogar normalizado durante el tiempo necesario para regularizar su situación en España y poner en marcha los mecanismos para su integración. El piso de acogimiento está gestionado por Cruz Roja, entidad con la que el Concello firmó un convenio.

Todos los refugiados que pasaron por el piso de acogida del Concello contaban con órdenes de protección internacionales. Además de proporcionarles un entorno favorable para comenzar su nueva vida en un nuevo país, el protocolo de actuación que sigue el Concello y Cruz Roja incluye el acompañamiento por parte de los trabajadores sociales y personal especializado para que puedan realizar los trámites de regularización, obtener la cartilla de la Seguridad Social, escolarizar a los menores, ayudar a buscar empleo a los adultos e incluso darles clases de español. El objetivo es que dispongan de todos los medios para que, en un plazo de seis meses, puedan comenzar a valerse por sí mismos.

En este momento el piso de acogida del Concello está ocupado, de ahí que, por el momento, no se pueda ofrecer a los migrantes del Acuarius. No obstante, como el Concello de Vilagarcía es ciudad acogedora para refugiados desde otoño de 2015 y está adherida al convenio y protocolo de la Federación Española de Municipios y Provincias, FEMP, en caso de que la vivienda quedase vacía, de forma automática se pondría en marcha el procedimiento para volverla a poner a disposición de los organismos oficiales.

El piso que el Concello de Vilagarcía cedió temporalmente a Cruz Roja para el acogimiento de refugiados fue donado a la administración local por una vecina de la ciudad, Juana Melón García. En cumplimiento de su última voluntad expresada en el testamento, el gobierno socialista destinó a vivienda a un fin social y humanitario de dimensión internacional.

Por otra parte, el Concello recuerda que los particulares que dispongan de viviendas vacías y estén dispuestos a colaborar en esta situación de emergencia humanitaria destinándolas puntual y temporalmente a la acogida de refugiados, pueden dirigirse a Servizos Sociais del Concello que se encargará de hacer los trámites pertinentes ante los organismos oficiales que están gestionando la crisis.