Las declaraciones efectuadas el viernes por el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, en una visita al Hospital do Salnés han sentado muy mal al gobierno de Vilagarcía, que asegura que el conselleiro no quiere visitar el centro de salud de la capital arousana, "porque tiene miedo a lo que se puede encontrar", en alusión a las diversas deficiencias que presenta el edificio sanitario, tanto para los pacientes como para los profesionales.
El ejecutivo que dirige Alberto Varela también se refirió a un eventual cierre de las consultas de tarde en el centro de salud, como el que se va a llevar a cabo en Cambados entre el 15 de junio y el 30 de septiembre. A preguntas de los periodistas de si la Xunta había barajado cerrar también el ambulatorio vilagarciano por las tardes, el conselleiro no descartó esta opción, y manifestó que se estaba "evaluando".
Posteriormente, fuentes solventes consultas por FARO aclararon que no se va a ejecutar cierre alguno de las consultas de tarde. Pero dado que el Sergas no matizó las declaraciones del conselleiro a lo largo del conselleiro, éstas han llegado a Ravella, que las acoge con una gran preocupación. Tanto es así que anuncian que "el Concello se opondrá con todos sus medios" a una eventual medida como la de Cambados.
El gobierno de Vilagarcía considera que eso podría colapsar tanto los servicios de mañana como las urgencias. "La solución para que los profesionales puedan gozar de sus vacaciones no es cerrar centros y dejar pacientes desatendidos, sino dotar de más profesionales y recursos a la sanidad, que es lo que se necesita". En este sentido, el ejecutivo plantea que en los últimos diez años se titularon en Galicia unos 2.500 MIR, pero que la Xunta solo contrató a un 15 por ciento.
Finalmente, Ravella se refirió a la controversia de ubicar un nuevo centro de salud en la antigua Comandancia, y negó que el terreno sea inadecuado. Alegan que lo que cuestionan los técnicos es el edificio, pero el gobierno de Vilagarcía recuerda que se ofrecieron a demolerlo con fondos municipales para superar ese obstáculo. "El único impedimento es la pinza entre el PP de la Xunta y el PP de la Autoridad Portuaria".
