Los operarios procedieron ayer a reponer el cristal de seguridad en la zona lúdica y deportiva de Peralto-Confín, estrenada hace apenas seis meses. Y ya van nueve.

Se trata de cristales de considerable grosor, pensados para soportar fuertes golpes y evitar accidentes, protegiendo así a los niños que juegan en estas instalaciones.

Pero a pesar de ese grosor los vándalos no dejan de destrozarlos, aunque para ello tengan que recurrir a objetos contundentes.

También pueden emprenderla a botellazos contra los cristales, tal y como relatan los vecinos, que al igual que hace el gobierno local de muestran indignados por la situación y achacan los hechos a la realización de botellones en el entorno.

Algunos creen que "esto no pasaría si tuviéramos más agentes de Policía Local", mientras que otros se limitan a lamentar que "está claro que no podemos tener nada bueno en O Grove porque siempre hay alguien que se empeña en destrozarlo".

Este espacio, que recibe cada día a un gran número de usuarios, fue habilitado por el gobierno socialista siguiendo el ejemplo del existente en Terra de Porto, presentándolo como "un espacio de convivencia, en el que practicar deporte y donde los ciudadanos puedan sentirse a gusto".

Es una cancha al aire libre diseñada para la práctica del fútbol, dotada de hierba artificial y cerrada lateralmente por los citados cristales que además está provista de una pequeña cancha de minigolf anexa, así como de una pista de patinaje.