Convertir las matemáticas en un estímulo podría ser uno de los mejores consejos a dar a cualquier estudiante al que se le atragante la materia. Precisamente esa actitud, unido a un indiscutible talento, es lo que ha convertido a José Valle González en toda una referencia nacional del álgebra.

A sus catorce años, este vilanovés viene de obtener el segundo puesto en el concurso matemático Pangea. Una especie de desafío lógico-deductivo con los números como herramienta para alcanzar la solución correcta.

Reconoce el propio alumno de 2º de ESO en el IES Faro das Lúas que una importante parte de "culpa" de su participación es este tipo de concursos la tuvo su profesora Ana Rodríguez, "desde que estoy en el instituto empecé a concursar. Nuestra profesora nos da información sobre muchos concursos e intenta que participemos y que tomemos las matemáticas como un juego con el que divertirnos".

Su palmarés en eventos de esta índole ya recoge logros como un octavo puesto en el concurso Canguro Matemático o la presencia en la fase final de Valencia de la Olimpiada Matemática para alumnos de 2º de ESO.

En el desafío Pangea la primera criba la superó holgadamente en su propio instituto. Recuerda José que "había que resolver 30 problemas en 45 minutos. Conseguí el 85% de la puntuación total y me clasifique para la fase final de Ourense. Allí la exigencia fue mayor, "nos pusieron veinte problemas de distinto grado de dificultad y también 45 minutos. La verdad es que nunca llegué a saber la puntuación que obtuve porque la siguiente noticia fue que había quedado en el segundo puesto de toda España".

Precisamente hoy José Valle Rodríguez acudirá a Madrid a recoger su galardón como segundo clasificado a nivel nacional con un regusto agridulce puesto que solo el ganador tiene el derecho a desplazarse a Alemania a participar en un certamen a nivel europeo.

Destacado estudiante con un expediente académico en la que la palabra sobresaliente es la más común, José reconoce que quiere encauzar su formación universitaria hacia las ciencias, "pero aún no tengo claro que voy a estudiar".

Su pasión por la matemática le viene de muy pequeño. Incluso tales son sus ganas de progresar en su conocimiento que también forma parte del selecto grupo de talentos que lleva el nombre de Estalmat (Estímulo de Talento Matemático). Allí lleva dos años como uno de los 25 jóvenes que superaron una prueba de acceso para poner su talento al servicio de la comunidad científica.