El Partido Popular de Ribadumia se preguntó ayer "cómo es posible que se acceda a Servicios Sociais a través de una obra sin terminar", en alusión al anexo del nuevo centro de servicios sociales, cuyo exterior presenta numerosas deficiencias.

La portavoz conservadora, Salomé Peña, denunció a finales de la pasada semana el mal estado del inmueble, con la pintura desconchada en varios lugares, e incluso fisuras. Días después, el alcalde, David Castro, manifestó que el edificio aún no está terminado.

Pero el PP de Ribadumia le contesta que no es posible que hayan abierto un edificio sin terminar a los vecinos, llegando a habilitar en su interior una sala de espera. Los concejales de la oposición recuerdan que el tripartito cerró en el pasado otras instalaciones por considerar que podían poner en riesgo a los vecinos (en alusión al tanatorio), de ahí que no entienda que ahora permita el uso del anexo de los servicios sociales sin antes recepcionar la obra.

Por ello, considera que el gobierno local, "vuelve a mentir", y que pretende ocultar la realidad de que el local tiene "un aspecto exterior deplorable" solo dos meses después de su estreno. Además, vuelven a cuestionar los materiales y la forma, "que no es nada respetuosa con la edificación inicial, de piedra y de planta cuadrada. Hicieron un galpón".