El Liceo Casino de Vilagarcía de Arousa celebra esta noche una importante asamblea que abordará la sustitución del presidente y su directiva, tras la dimisión presentada por el hasta ahora máximo directivo Antonio Castro Montenegro en la sesión del 7 de mayo. La crítica situación de la entidad, con continuas bajas de socios y el mantenimiento deficitario de la sede, así como el impago de los salarios de sus trabajadores, la hace poco atractiva para un nuevo equipo de voluntarios dispuestos a salvarla con un nuevo proyecto. De hecho, en este tiempo nadie presentó candidatura a la presidencia.

La última oportunidad puede presentarse en la sesión de esta noche si por fin se encuentra una persona dispuesta a encabezar la candidatura, ya que sí hay un equipo de socios interesados en trabajar para que la histórica entidad recreativa continúe a flote. Incluso, un grupo de socios acudió al Juzgado de Vilagarcía para consultar sobre la posibilidad de convocar un proceso concursal con el fin de dar un vuelco al negro panorama económico-financiero de la entidad.

Alguno de estos socios ya participó en una directiva anterior y volvería en el caso de encontrar alguien dispuesto a encabezar el equipo para reflotar la sociedad.

Con este panorama todo hace pensar en que el cierre del Liceo Casino de Vilagarcía está muy próximo. El hasta ahora presidente Antonio Castro manifestó a los miembros de la asamblea celebrada en mayo que si no había una candidatura a la presidencia, la alternativa sería la formación de una gestora que se encargaría de la convocatoria de un proceso concursal para liquidar las deudas pendientes. Las que más preocupan a los socios son las contraídas con los trabajadores.

El único apoyo económico es el edificio en el que está situada la entidad y que aún aparece registrado como del Casino de Vilagarcía, razón por la cual los acreedores del Liceo Casino no han podido hacer efectivo el embargo. El planteamiento fue negociar la venta de estas instalaciones para hacer frente a las deudas. De ese modo aún podría haber un remanente para retomar la actividad de la sociedad en unas instalaciones más modestas y sin deudas.

Escasa masa social

Pero la mayor parte de los socios que aún quedan (a principios de mayo se contabilizaban 175) no están dispuestos a perder su céntrica sede de la rúa de Castelao y plantean otras soluciones. El caso es que con las aportaciones de una masa social tan baja los números no dan para el mantenimiento de las instalaciones. De hecho, estos días ha sido imposible una comunicación telefónica con la sede, dado que se restringieron los servicios.

Según establecen los estatutos, en el caso de no haberse presentado ninguna candidatura a la presidencia, se podrá proponer candidato en la asamblea, por lo que aún quedan unas horas para que puedan maniobrar las personas que apuestan por la continuidad del Liceo Casino.

Otra de las opciones, según los estatutos, es que la asamblea acuerde la disolución de la sociedad y nombre una comisión liquidadora integrada, al menos, por tres miembros de la asociación, la cual se hará cargo de los bienes de la entidad y fondos que existan, y procederá al cobro de créditos pendientes y al pago de las deudas contraídas. También quedaría facultada para realizar todas las actividades necesarias, asumiendo a todos los efectos la representación de la asociación en liquidación. Además indica que en el plazo máximo de un mes desde la adopción del acuerdo de liquidación, la comisión liquidadora deberá proceder a inscribir la disolución en el Registro de Asociaciones.

El Liceo Casino se fusionó hace casi veinte años sumando los casi 1.500 socios del Liceo Marítimo a los del medio millar del Casino. Dos décadas después la entidad está totalmente debilitada con menos de doscientos asociados, la mayoría de ellos personas mayores.