Unos 9.000 euros, ese será el coste de externalizar el servicio de limpieza de playas que el Concello de A Illa tiene previsto poner en marcha lo antes posible, para que los arenales se encuentren en las mejores condiciones con la llegada del verano. La contratación de la empresa será uno de los puntos de la orden del día del pleno que se va a celebrar mañana, a partir de las 13.00 horas, y el proyecto consistirá en una limpieza en profundidad inicial de la mayor parte de los 80 arenales que posee A Illa, para después, ser el Concello el que realice el mantenimiento.
La actividad de la empresa se va a desarrollar fundamentalmente en los arenales que se encuentran entre O Bao y Carreirón, pero también en zonas como Gradín, O Mallón, Espiñeiro y A Ruda, playas que han sido invadidas por las algas durante los recientes temporales y que ahora resultan imposibles de limpiar para un Concello con una importante limitación de efectivos.
Otro de los puntos que se van a analizar en esta sesión será la aprobación del Plan de Fomento do Emprego, una iniciativa que alcanza su quinta edición y que, al igual que en años anteriores, estará dotado con 25.000 euros. Este plan tiene como principal objetivo facilitar la contratación de vecinos de A Illa por parte de las empresas, ya que el Concello les financiará una parte de los pagos a la Seguridad Social. Desde su implantación, el funcionamiento del mismo ha sido excelente, como demuestran los datos del pasado año, cuando 25 personas se acogieron al programa. Carlos Iglesias, alcalde de A Illa, destaca que "es un plan innovador y único en toda la comarca de O Salnés, que subvenciona cualquier contrato desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de este año, aunque se apruebe en el mes de junio.
El tercer punto en la orden del día será el levantamiento de la suspensión del procedimiento de licitación de las casas modernistas de la calle Marqués de Bradomín. Tras varios meses de espera, la pasada semana llegó la autorización de Patrimonio al proyecto, ente que paralizó la licitación al considerar que se debían acometer una serie de modificaciones en la obra de rehabilitación de las viviendas.
Entre esas modificaciones destacaba el uso de diferentes materiales, que Patrimonio entendía que debían ser de hierro y no de hormigón o el tipo de elementos que sujetarían la armazón del tejado de los pozos de salazón. La estética, en cambio, se mantiene intacta para las casas de Dona Tomasa, O Campaneiro y Goday, que llevan años aguardando por una rehabilitación que frene el camino hacia la ruina.
