El resultado de la "humanización" de la Praza de Galicia de Vilagarcía no es exactamente el mismo que contemplaba el proyecto inicial. Así lo asegura el principal grupo de la oposición, el PP, que, según destaca su portavoz municipal, Elena Suárez, ha sido "escrupulosamente respetuoso con los tiempos y plazos" para pronunciarse sobre la obra de mayor calado del gobierno socialista.

La concejala popular Ana Granja, miembro de la Mesa de Contratación de esta controvertida remodelación, afirma que "se varió muchísimo el proyecto" y desgrana los principales cambios: "Hay menos césped de los 106 metros contemplados, falta algún árbol, algún banco, focos, dos bocas de riego, se aprovechó el cuadro de mandos de la caja de los semáforos en lugar de hacer uno nuevo, y falta una fuente seca con cuatro chorros. La fuente ornamental, la que está construida, también iba con cuatro chorros. Por tanto de ocho, tenemos uno". De la pasarela de piedra procedente de la acera de Padre Feijóo solo se construyó uno de los dos tramos dibujados en los planos.

Según el relato de la formación conservadora, a estas carencias en relación al proyecto firmado por el arquitecto Mariano Vázquez se suman cerca de 20.000 euros en actuaciones que no están reflejadas en el documento inicial, como por ejemplo el hilo musical o el sistema de riego. "Tampoco se contemplaron los entronques de esta obra con lo que ya había en las calles aledañas y hubo que contratar a Espina y Delfín por 7.953 euros. Operarios del Concello tuvieron que cortar aquella oreja en Padre Feijóo por la que no pasaban los autobuses y asfaltar", detalla Ana Granja.

Por todo lo anteriormente expuesto, el PP solicitará por escrito al gobierno de Varela las certificaciones de obra para poder confirmar las actuaciones exactas que finalmente se han acometido y sus correspondientes gastos.

Tal y como ya publicó FARO el pasado mes de febrero, el Concello adjudicó a Marconsa la peatonalización y humanización de la Praza de Galicia por 181.558,26 euros (IVA incluido), la mitad del importe de licitación (353.593,18 euros IVA incluido).

Ana Granja calificó esta baja de un 46% de "desproporcionada" y reveló un curioso dato: a la hora de votar en la Mesa de Contratación sobre los argumentos esgrimidos por la empresa adjudicataria para justificar la baja presentada, tanto la secretaria como la interventora municipales optaron por la abstención, al igual que la concejala del PP. El alcalde, Alberto Varela, la edil de Urbanismo, Paola María, y el portavoz de Somos Maioría, Gaspar Somoza, votaron a favor, por tanto la contratación salió adelante. "Nos pareció una temeridad. De hecho el Concello decidió contratar a una empresa por 3.136 euros para controlar los materiales" , agregó la edil liberada del PP.

Además del proyecto y del procedimiento de contratación, la formación conservadora también criticó las consecuencias de la reforma de la Praza de Galicia en el tráfico de la ciudad ("que ha partido en dos", incidió el presidente del partido, Alfonso Gallego) y en la seguridad de los viandantes. En ningún momento la oposición se refirió a la estética de la renovada plaza.

En opinión de Gallego, las cinco caídas que se produjeron "en cinco días" -dijo- "nos dan la razón cuando avisábamos de la peligrosidad de la obra antes de que comenzara". "Que el gobierno diga que los accidentes son por despistes o porque no estamos acostumbrados a la nueva obra es echarle la culpa a los ciudadanos y no vamos a consentirlo", espetó el líder popular.

Barandillas, color y precinto

Dio la "enhorabuena" al Concello "por reconocer que algo está mal en la Praza de Galicia", en alusión a la colocación de maceteros a ambos lados de la pasarela sobre el canal de agua como medida provisional, aunque le propone precintar "las zonas peligrosas para evitar nuevos accidentes". El PP también apuesta por la colocación de barandillas "que permite la normativa de edificabilidad" y "cambiar la textura del pavimento próximo a las zonas de riesgo pensando en los invidentes y en la gente mayor, que se han olvidado de ellos".

Por su parte, la portavoz del grupo municipal, Elena Suárez, enumera "un cúmulo de despropósitos" en la polémica obra, como que "no nos podemos sentar en el emblemático banco de piedra porque siempre está mojado por la fuente" o que el hormigón tiene aristas y puntas de lanza", entre otros. "El PSOE lleva tres años presumiendo de accesibilidad y la Praza de Galicia está llena de obstáculos, es una barrera en sí misma", concluye Suárez.