El Ayuntamiento de Meaño realiza estos días a través de la firma Fumigal muestreos de agua para analíticas de las 52 fuentes públicas de que dispone el municipio, con el objeto de verificar su potabilidad y garantizar el consumo de agua en las mismas.

El municipio de Meaño cuenta con un total de 49 manantiales inventariados como fuentes públicas y otros tres a mayores que entran en este muestreo.

De ellos nueve se encuentran situadas en la parroquia de Cobas, que son las de Fontiña, Bouza, A do Cura, Río da Raposa, Aldea de Abaixo, parque de Constenla, Campiños, Millán y la fuente de Marcos.

En la parroquia de Dena se contabilizan cinco, a saber, las de Coirón, O Río, Dadín, Morouzos y Vilarreis.

Mientras en Lores se conocen nueve: A Barroca, Caxoi, Corneda, Laboriño, Souto, Galiñáns, A Laxe, Seixomil y A Rega.

Son cuatro en la localidad de Meaño: Trubisquido, Río da Vila, Cubela y San Xoán en tanto que en Padrenda son seis: Igrexa, Cunchal, Pedras Roibas, Soutelo, Aquilino y Baiuca.

Por su parte en Simes se contabilizan siete: A Praza, Lagoiña, Pazos, Quintáns, Axís, A Seta y Vilariño; y en Xil son nueve: As Seis, Cachada, Igrexa, As Angustias, Picho, Eiravedra, Reguiño, O Castro y Valdamor.

Los resultados que se obtengan, y que se prevé estén disponibles en cuestión de quince días, serán luego publicados, colocando una hoja plastificada en el frontal de cada fuente, con su analítica correspondiente, para que el usuario pueda obrar en consecuencia a la hora de consumir o no el agua. Realizar estas analíticas supone a las arcas municipales un desembolso de 1.092 euros más IVA.

Este muestreo de 2018 repite así el último que data de julio de 2016, por cuanto estos se vienen realizando en los últimos años con periodicidad bianual.

En 2016, el resultado arrojara que 7 de las 49 fuentes fueran declaradas no eran aptas para el consumo -cuatro menos que el 2014-. En concreto se trataba de los manantiales de A Barroca y A Rega en Lores; la del atrio de la iglesia en Xil; las de Padrenda de Arriba y Abaixo en la localidad de Padrenda; y las de Dadín y Viliquín en Dena. De ellos, los de A Rega en Lores, atrio de la iglesia de Xil y Viliquín en Dena, repetían la no potabilidad de años anteriores, por lo que parecen firmes a la hora de desaconsejar su consumo, mientras que los resultados de potabilidad de otras fuentes varían en función del año. Manantiales muy recurridas por vecinos y lugareños, caso de la "fonte das Seis" en Xil o Trubisquido, siempre han dado negativo.