Como se avanzaba ayer en la edición digital de FARO DE VIGO, la tortuga "Antares" quedó atrapada en las redes de una embarcación en las cercanías de la isla Coelleira, en O Vicedo, el pasado 6 de diciembre, y afronta ahora en el Igafa de A Illa su última fase de recuperación, antes de ser liberada en aguas exteriores.

Lo hace tras haber sido atendida en la UCI de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma), en Nigrán, donde experimentó una evolución favorable.

Pero en la Xunta asumen que "en nuestra comunidad no era posible proporcionarle una instalación con agua marina y temperatura ambiental idónea, ya que es una especie propia del Caribe", de ahí que se decidiera seguir prestando atención médica y todo tipo de cuidados a la tortuga en las instalaciones del Oceanográfico de Valencia, "donde se encargan de la asistencia y rehabilitación de las tortugas marinas varadas en esa zona costera mediterránea".

Allí ganó peso, recuperó movilidad, aprendió a bucear de nuevo y, en definitiva, se preparó para la tercera y última fase, la que se desarrolla en A Illa.

En el Igafa señalan que tiene ya 71 centímetros de longitud y 24 kilos de peso, por lo que su regreso al océano parece cuestión de días.

Cabe apuntar que, como sucedió con las focas atendidas con anterioridad, la presencia de la tortuga en el Igafa permite a los alumnos y profesores del centro formativo adquirir nuevos conocimientos sobre el medio marino y sus especies. Según Mar, "Artares" propicia "una actividad didáctica para la concienciación medioambiental y de adquisición de conocimientos para el mantenimiento y la recuperación de especies marinas".