Nécora y pulpo son dos de los productos estrella de las lonjas gallegas, y a medida que se aproxima el verano aumenta su demanda tanto en plazas de abastos y pescaderías como en restaurantes y romerías, en las cuales el cefalópodo es el protagonista indiscutible.

Pero hay un problema, y es que ambas especies están en veda actualmente y no pueden ser capturadas, y mucho menos comercializadas, hasta el mes que viene.

Lo que sucede es que cuanto más solicitadas están ambas especies -la llegada de los turistas anima a algunos restaurantes a arriesgarse con su venta- más se esfuerzan los furtivos y/o pescadores ilegales por llevarlas a tierra aún estando prohibido para satisfacer a sus clientes.

De ahí que algunos opten por colocar el producto ilegal inmediatamente en el mercado, ya sea en el propio puerto de descarga o entregándolo en el restaurante de turno.

En el caso de la nécora otros pescadores ilegales prefieren almacenarla de forma clandestina en viveros, salabardos, jaulas o cualquier otro lugar apropiado para mantenerla con vida, a la espera de que comience su campaña para poder camuflar su comercialización, como sucede cada año con especies comercialmente tan interesantes como el centollo durante las semanas previas a su temporada de pesca.

La consecuencia directa de todo esto es que Gardacostas de Galicia intensifica los controles en las rías gallegas para tratar de minimizar los efectos de la pesca ilegal y dar continuidad a un trabajo que el año pasado permitió decomisar en Galicia 175 toneladas de producto y 24.098 útiles de pesca y marisqueo.

Por tierra, mar y aire

Una lucha contra el furtivismo por mar y aire que, reforzada en ocasiones por la Policía Autonómica, Guardia Civil e incluso, en municipios concretos, la Policía Local, se desarrolla también en tierra firme, ya sea con controles de carretera o mediante la supervisión de las ventas en lonja y las inspecciones en restaurantes y depuradoras.

De ahí el resultado de los últimos operativos desplegados, en los que queda patente que la presión que sufren pulpo y nécora está siendo intensa.

En la última semana, sin ir más lejos, se decomisaron diversos lotes de nécora y pulpo en Arousa, Pontevedra, Ares-Betanzos y Corme, como también nasas, cacharros y otros útiles empleados para la captura de tales especies tanto en esas rías como en las de Vigo, A Coruña y Ferrol.

También a principios de febrero y marzo se llevaron a cabo operativos de Gardacostas que se saldaron con la intervención de importantes cantidades de nécora y nasas ilegales.

Son solo algunos ejemplos que demuestran que la pesca ilegal no cesa y que ni siquiera la tipificación del furtivismo como delito parece capaz de erradicar esta lacra, de ahí que desde la Consellería do Mar insistan una y otra vez en reclamar la colaboración de los ciudadanos, animándolos a rechazar los productos capturados de manera ilegal y/o en veda.

Evidentemente el llamamiento a la colaboración se hace extensivo a la flota profesional, advirtiéndose de que la pesca ilegal constituye importantes perjuicios para el propio sector.