Barrantes esdesde las 13:00 horas de este viernes el epicentro festivo de O Salnés debido a la celebración este fin de semana de la 46 Festa do Viño Tinto do Salnés. El alcalde de Ribadumia, David Castro, ha procedido a la inauguración oficial del evento después de que el jueves se instalase la carpa de venta de vino, donde expondrán sus caldos 15 cosecheros, al precio de 1,50 euros la taza, y 4 euros la botella.

Ya el jueves se notó el ambiente de fiesta con la actuación de la verbena del Combo Dominicano. Ya por la tarde habrá una misa cantada, seguida de procesión; Cantos de Furancho en la carpa oficial; y la verbena con las orquestas Panorama y Pontevedra.

Vicente Sotés, nuevo Valedor del Tinto do Salnés

La comisión organizadora de la fiesta y la Orde do Viño Tinto do Salnés acordaron esta semana nombrar nuevo Valedor de los caldos arousanos a una de las mayores eminencias españolas en el mundo de la vitivinicultura, como es Vicente Sotés Ruiz. Catedrático de Viticultura, es doctor ingeniero agrónomo por la Universidad Politécnica de Madrid, y vicepresidente de la Organización Internacional de la Vid (OIV).

Sotés será investido Valedor en el acto central de mañana a mediodía, que tendrá lugar en la Carballeira de Barrantes. Paralelamente, los jurados terminan de catar los vinos Barrantes y autóctonos que han llegado a la final, se procede a la lectura del pregón, y al reparto gratuito de vino, pan y chorizos.La nostalgia de Manuel Núñez Señoráns

La Festa do Viño Tinto do Salnés es un buen momento para echar la vista atrás, y conocer los secretos de uno de los hombres que más premios ha ganado en el certamen con sus vinos. Manuel Núñez Señoráns, de Leiro, nació hace 94 años, más o menos por la misma época en la que su padre plantaba unas cepas de Folla Redonda que hoy, casi un siglo después, están dando muchas satisfacciones a sus descendientes. La antigüedad de la planta, de hecho, hace mucho para tener un caldo bueno.

Cuando se le pregunta por el secreto de la calidad de sus caldos a este histórico cosechero, y miembro de la comisión organizadora de las primeras fiestas, a finales de los años 60, no lo duda. "Es por la antigüedad de las cepas. Las plantó mi padre, y ya tienen más de 90 años. Cuanto más antiguas son las cepas, menos cantidad de uva dan, pero de más calidad".