La cabeza del guerrero es una más de las simbólicas piezas de aquellas lejanas épocas que se han sacado a la luz con las excavaciones arqueológicas en Besomaño.

Se trata de un rico yacimiento que desde el primer día ofreció sorpresas a los arqueólogos; cabe recordar que en la primera fase de los trabajos se halló la llamada "Fíbula de los Leones", que se convirtió en emblema del yacimiento.

Bastaba retirar algo de tierra para encontrar nuevas sorpresas como cuando de casualidad apareció una espectacular "dolabra romana" que después de tratamientos propios de UCI luce en una de las salas del Museo de Pontevedra, dado su valor histórico -única en Galicia-.

En este terreno fueron halladas tambiénotras piezas propias de "legiones romanas", ejército que puso término al yacimiento al que supuestamente plantaron fuego en la invasión, como reveló el carbono-14 de las cenizas conservada del desastre. Pero también en la croa se localizaron numerosas piezas que se catalogan en el pazo de Linares (A Estrada), entre otras cerámicas y vasijas de ceremonia, de enorme valor para el estudio de los historiadores. O la espectacular y remachada marmita de cobre, de enorme riqueza para las sociedades de aquellos tiempos.