Desinterés y pérdida de tiempo. Con estas palabras define el Partido Popular de Ribadumia la gestión del tripartito en lo que se refiere al proyecto de reordenación del entorno del colegio Julia Becerra Malvar.

Hace más de un año, la formación que encabeza Salomé Peña denunció la pérdida de una subvención que podía alcanzar los 1,5 millones de euros para este fin a través del Plan de Equipamentos e Dotacións Singulares de la Diputación de Pontevedra. "Se perdía por desinterés y negligencia, ya que el proyecto, que costó a los vecinos de Ribadumia más de 9.000 euros, fue rechazado por incumplir las bases de la convocatoria", señalan.

A los conservadores les resulta "insólito" que el regidor, David Castro, mantenga una relación contractual con el asesor que redactó aquel proyecto y al que "abonan más de 3.000 euros mensuales de las arcas municipales a pesar del costoso error que cometió". Tampoco entienden que la discrepancia con el criterio de la Diputación se resolviera "a través de un recurso administrativo, a pesar de anunciar la presentación de un contencioso en el juzgado; se ha cansado de decir que iba a denunciar a la Diputación porque discriminaba a Ribadumia y cuando le preguntamos en el pleno, nos informa que ya no van a hacer nada, presumiendo de su buena relación con las administraciones aunque ello perjudique a los intereses de los vecinos".

Lo más inaudito para los conservadores es la inclusión en el presupuesto de 2018 de una partida para estas obras, de 17.500 euros. Este hecho lleva al PP a preguntarse "cuantas veces vamos a pagar ese trabajo y cuanto quedará, una vez descontada esta cantidad, para inversión real".