El tripartito de Ribadumia aprobó el jueves por la noche su propuesta de presupuesto municipal para 2018, con la oposición del Partido Popular. La partida total asciende a 3.630.000 euros, lo que supone unos 100.000 euros más que el año anterior.

El equipo de gobierno arguye que "se trata de unos presupuestos que pretenden ser más sociales, centrando las inversiones en mejoras reales que afecten al día a día de todos los ribadumienses". Además, defienden el documento alegando que se ha apostado por el control del gasto público, por la eficiencia en la gestión municipal y por mantener la carga fiscal a los vecinos.

La portavoz del Partido Popular, sin embargo, cuestiona el presupuesto. Salomé Peña considera escasas las inversiones con fondos propios (190.000 euros), y echa de manos obras que ella considera importantes, como la mejora del punto limpio, la puesta a punto de los cementerios de Leiro y Sisán o la creación de un centro juvenil en Barrantes.

El tripartito aduce que ingresarán más dinero sin subir los impuestos porque aumentan las transferencias de otras administraciones, así como la actividad de las empresas y de la construcción, lo que redunda en el cobro de más impuestos. Asimismo, se incrementa la recaudación del Plan Madruga y la Escola de Ocio e Tempo Libre, "debido al importante número de usuarios, que crece año a año".

En lo relativo a las inversiones, el gobierno municipal cita los trabajos de extensión de la fibra óptica en el núcleo de Barrantes o las obras en la calle Torre-Os Castaños, con 130.000 euros para el retranqueo de muros. Finalmente, se incluye una partida de 30.000 euros para ayudas directas a los emprendedores y a las empresas que contraten personal.

El PP, sin embargo, considera que el documento está "vacío de iniciativas, de planificación y, sobre todo, de inversiones que generen empleo y que dinamicen el turismo". Salomé Peña se queja también de que no hay dinero para las rutas de senderismo o la apertura de la "pousada", y que en cambio se gasta mucho más en personal, "en parte por el refuerzo de una oficina técnica urbanística", dotada con más trabajadores y asesores en una época de descenso de obras.