Entre los investigados en esta operación se encuentra un taxista natural de O Grove, pero afincado en una pequeña aldea próxima al lugar de Vilalonga (Sanxenxo). De hecho, uno de los registros domiciliarios se llevó a cabo en un chalé que ha ido construyendo a lo largo de los últimos años. Los agentes llegaron incluso a buscar en las arquetas de las canalizaciones de agua, por si encontraban algo oculto en ellas.

Según fuentes consultadas, se trata de un hombre que al menos hasta antes de su detención se dejaba ver muy poco en las paradas de taxi, y que alardeaba de que sus clientes le llamaban a él directamente.

Esta operación, que se manifestó a principios de la semana pasada, se llevó a cabo casi de forma simultánea con otra en Vilagarcía. Esta última fue dirigida contra el conocido como "clan Salamanca", por estar dirigido por dos hermanos oriundos de esta ciudad.

Se intervinieron cinco kilos de cocaína, y según los investigadores formaban una banda que vendía la droga en la isla de Mallorca. Hasta allí la transportaban en coches, oculta también en escondrijos para acceder a los cuales era necesario desmontar alguna pieza.